miércoles, 30 de noviembre de 2016

Navidad en el solsticio de invierno

—Mira papa hay un concurso literario  de Navidad en el instituto en el que podéis participar también los padres. —Me dice el guaje.
—Vale,  pues nada,  si es por participar se participa. —Contesto.
—Aquí vienen las bases. —Me acerca un  folio.
Lo echo una ojeada. Tema: Solsticio de invierno y/o el invierno en tierras leonesas.
—Yo pensé que por ser un concurso de Navidad sería para hablar de la misma. No me gusta este trapicheo de temas/títulos, me temo que no voy a participar.  
—Eso son disculpas. —Asegura.
—Me lo  tendré que pensar.

Y pensando recuerdo que dice la alcaldesa Carmena que este año celebrará el Solsticio de Invierno con un gran desfile de luz  y fuegos. La Colau de Barcelona parece que también está por hacer algo parecido.
Debe ser que lo del solsticio no me acaba de cuadrar. Cada uno puede celebrar lo que quiera y cuando quiera, lo que no veo correcto es que algunos dirigentes públicos pretendan cambiar una tradición tan entrañable como la Navidad por la puerta de atrás.

Se cuenta que los pueblos  celtas y  romanos hacían ya grandes  fastos en los dos solsticios de invierno y verano, también en los equinoccios de primavera y otoño. El  21 de diciembre celebraban el Yule, la noche más larga del año, con grandes hogueras, cantando y bailando a su alrededor durante toda la noche. Yule según el viejo inglés significa "rueda", parece que relacionado con la esfera solar. La rueda va girando y  los días van creciendo, naciendo con ello un nuevo año  a partir del día más corto con el aumento paulatino de las horas de sol.

Parece que la Navidad como tal empezó a celebrarse en la edad media  allá por el año 320, fueron los Papas de entonces los que la quisieron conmemorar para  matar,  dos pájaros de un tiro: instaurar el rito religioso y pasar por encima de  lo que hasta entonces  venía haciendo como fiesta pagana. En el calendario juliano, introducido por Julio Cesar, el solsticio de invierno  caía el 25  de diciembre por esto los Papas escogieran ese día para celebrar el nacimiento de Cristo. La celebración de la Navidad además de las fechas, "heredó" muchos de los actos que anteriormente  se hacían: luces, árboles, cánticos, color…

La tradición debe mandar
A partir de entonces la Navidad ha calado de forma especial en la cultura europea,  más  si cabe en España y es raro el hogar, creyente o no,  donde por esas fechas no se asiente un nacimiento o un árbol de Navidad. No me parece mal que quien le apetezca celebre el Solsticio de forma individual, lo que no entiendo es por qué pretenden cambiar  una tradición  tan milenaria y tan  especial solo porque a algunas o algunos ediluchos parece que todo lo que tenga connotaciones religiosas no les va nada bien. De extrañar nada, por supuesto.  Ahí tenemos también las celebraciones de lo que  se atreven a llamar bautismos y comuniones civiles, como si tuvieran algo que ver con las celebraciones religiosas del  mismo nombre. ¡Podían, al menos, ser más originales,  digo yo!

Así que creo que estaría encantado de poder participar  en el concurso  si se tratara de hablar de la Navidad en León  y  no del Solsticio,  aunque  puede que lo haga, sobre todo por mi hijo que sé que le encantaría,  pero… me lo tendré que pensar.



sábado, 26 de noviembre de 2016

Entre todos la mataron y sola se murió

Era un seminario para parejas en una universidad USA,  uno de los conferenciantes le pregunto a una de las mujeres: ¿Su marido le hace feliz? El marido levantó la cabeza como un pavo real  porque pensaba que su esposa diría que sí, ya que nunca se había quejado de nada en el matrimonio; pero resulta que la mujer respondió a la pregunta con un clamoroso  "No". El hombre estaba acobardado y desconcertado pero ella continuó: "¡mi marido nunca me ha hecho feliz y no me hace feliz! Yo soy feliz. El hecho de que yo sea feliz no depende de él, sino de mí, yo soy la única persona de la depende mi felicidad y la busco en cada situación y en cada momento... 

No creo que esta señora si su marido fuera un cantamañanas y no digamos ya un maltratador pudiera decir lo mismo pero por supuesto que todo lo que nos pasa en primer término y en gran parte depende de nosotros. Con frecuencia oímos: es  que la Constitución dice que tenemos derecho a  una vivienda digna, es que este gobierno no soluciona el problema del paro, es que hay malas carreteras, es que... Como uno mismo no se proponga tener vivienda y haga lo necesario, mal que le venga de tóntolis bóbilis, por mucho que lo diga la Carta Magna, como uno no busque trabajo, mal que se lo vengan a ofrecer a casa, cuando uno tiene un accidente el echo de que carretera estuviera mal no le justificara nada. 

Estos días hemos vivido el caso de la muerte  de Rita Barberá a consecuencia de un infarto tal vez por el acoso al que fue sometida. Unos dicen que lculpa es de los suyos, su partido que la apartaron y abandonaron, otros dicen que son los medios especialmente la Sexta y la Cuatro... Todos pretenden echar balones fuera, cuando la verdad es que todos deberían decir aquello de  "por mi gran culpa": esas televisiones basura que con tal de audiencia y publicidad sacan mierda de donde sea, aunque siempre del mismo lado, esos políticos, incluidos los de su partido que ven la paja en los demás y no la viga en ellos. Por supuesto echaremos de comer aparte a los miserables de Podemos  que  la sentenciaron de muy corrupta antes que cualquier juez y tuvieron la falta de humanidad para marcharse y no guardar un  minuto de silencio cuando los demás diputados lo hacían. 

Culpas y disculpas para escurrir el bulto y no afrontar cada cual su responsabilidad, para que sean los demás los que saquen las castañas del fuego.  Lo triste es que ya no nos sorprende a nadie porque estamos en lo de siempre. Puede que en ambientes tan hostiles como el que muchas veces nos rodea pueda uno como la señora, incluso ser moderadamente feliz, pero lo que está claro es que el país, la nación con esos "inquilinos" dirigiendo el cotarro, no puede llegar muy lejos. 

viernes, 18 de noviembre de 2016

Si es que hay gente para todo

Pues nada aquí estoy dándole a la tecla pero sin saber que poner ni de qué hablar. Podría hablar de lo de la  apertura de la legislatura parlamentaria que inauguró ayer el Rey y en la que como siempre  los zampabollos de turno intentaron dar la nota con sus gestos retrógrados. Podría comentar los intríngulis del gobierno, de la oposición, de los partidos, pero para esto aprovecho los días con más humor porque me resultan enormemente pesados, reiterativos en sus soflamas y, en definitiva; aburridos. Un hombre en la Virgen del Camino  mata a su mujer y el luego se ahorca: poco de esto se puede comentar como no sea hasta dónde puede llegar la condición humana cuando pierde el norte.

Pone  uno el telediario y parece tele sucesos: estafas, secuestros, timos, peleas, asesinatos... como si las noticias negativas estuvieran muy por encima de las positivas y eso no es cierto ni puede ser porque en el mundo hay mucha más gente buena que mala. Hubo un tiempo que, al contrario que ahora, todo lo que salía era bueno: todos los días se inauguraban pantanos, colegios, se visitaban fábricas, se construían carreteras, como contrapartida nos daban los muertos de aquel día en Vietnam pero bueno eso quedaba muy lejos. Pues ni tanto ni tan calvo, ni lo de ayer ni lo de hoy.

Algo en nuestra educación y cultura debe estar fallando porque ahora lo que vende es lo tempestuoso, lo no correcto, lo malo.  Hay que llamar la atención como sea, hay que buscar la audiencia a cualquier  precio. Hoy montas tú el circo y mañana yo. Solo así se entiende que los programas de más share tengan como hilo conductor, la depravación y el mal gusto hasta límites extremos. Más que censurar que una persona pueda salir en las televisiones u otros medios, con más o menos ropa, lo que habría que borrar son esas conversaciones, esas escenas tan chabacanas y grotescas, que lo único que tratan de poner a la vista es lo más ruin de las personas.

Circo zafio. Imagen: Vanitis, El Confidencial. com
Lo cierto es que si esos programas funcionan es porque hay gente que los ve. Tenemos tropecientos canales: malos, buenos, de esto y de lo otro y resulta que lo que más se pone, muchas veces es lo más burdo y lo más zafio. ¿Y quién tiene la "culpa" de que ocurra esto? Sin duda en primer lugar el que los ve, pero creo que alguien más, bastantes más. Por ejemplo los gobiernos que han permitido que los dos grupos mediáticos más importantes que hay de  televisión  con unos cuantos canales cada uno; sean de propiedad mayoritaria extranjera, italiana: ATRESMEDIA Y MEDIASET, que acaparan el 90% de la publicidad de televisión. También otro gallo cantaría si las empresas anunciantes a la hora de poner sus spots miraran además de  la cuota de pantalla;  la educación y el buen gusto. Ya me dirán "capos" como Berlusconi, propietario de MEDIASET, qué interés puede tener en que además de ganar dinero,  su TV sea buena, más si tenemos en cuenta que su vida está plagada de conductas reprobables.

Tenemos que aferrarnos al lado positivo de las cosas. Ayer en el Congreso, fueron muchos más los que se comportaron que los zampabollos, hay sucesos negativos pero hay muchos más que dan su vida día a día para que otras personas salgan adelante. Lo han dicho grandes personas, que por aquí he nombrado alguna vez: lo negativo, lo malo ha existido siempre y existirá lo peor sería no plantarle cara.

martes, 15 de noviembre de 2016

Ser padre o pianista

Ya en el siglo V antes de Cristo el gran filósofo Heráclito decía que la vida es cambio, es  movimiento. Todo y todos vamos caminando y cambiando cada momento, cada día. Lo ideal sería que el movimiento, el cambio fuera siempre a mejor, pero también puede ser y lo es, muchas veces,  en muchos aspectos;  a peor.  Claro que, eso de mejor o peor depende de cómo se mire y de quien lo juzgue. 

Estar en la calle lo más posible. Imagen de dis ancor blogspot.com
Hubo un tiempo en que no existían   todos los juegos y adelantos  cibernéticos que hoy  mandan en nuestra vida cotidiana. Entonces los chavales soñábamos con estar en la calle el mayor tiempo posible,  inventábamos juegos si no les había y ampliábamos espacios si era necesario,  la felicidad a nuestro alcance siempre se encontraba en la calle. Hoy las cosas han cambiado, en casa o donde cuadre, lo que buscan los chavales  es la consola, el móvil, el PC … Internet.  Ya no es el afán de correr tras un balón o cualquier otro artilugio,  sino navegar por la red.  Antes el castigo era no poder salir de casa, hoy es no tener acceso a ese mundo virtual.

En ese mundo un tanto embrujado se pueden descubrir muchas cosas interesantes y buenas pero también se puede uno topar con casos imprevistos. Esta misma mañana oía por la tele que el 80% de lo que se comenta por las redes sociales del espacio, es mentira. Visto lo cual no sé por qué hay gente que se extraña de que pasen los casos que pasan. El caso de los chavales y adolescentes donde las aspiraciones, inquietudes y "ambiciones" están todavía por definir, absorber toda esa información falsa es todavía mucho más fácil  y probable.

Sin duda, los padres tenemos que estar al loro. Tener hijos, por mucho que algunos lo crean,  no le convierte a uno en padre, igual que tener un piano no le convierte a uno en pianista.   Hay que echar horas al piano y a los hijos para lograrlo. Hay  que ir doblando, como las cachas que se hacen de las ramas verdes, aprovechando esa ductilidad que tienen tanto los bastones  como a esas edades los guajes,  para llevarles por el buen camino. No estoy hablando de imposiciones, ni de vetar por vetar, más bien de convencer y de ayudar.

Debe ser que uno ya está cuadriculado por lo que ha vivido pero me da pena ver chicos que en esos días luminosos y  esplendidos prefieren pasar las horas al lado de un ordenador o una consola  a andar sueltos por la calle jugando,   viviendo la vida real con toda la naturaleza que la rodea.




viernes, 11 de noviembre de 2016

Lo cierto es que ganó Trump

Había una vez un tal Zapatero que en un desfile de las fuerzas armadas al paso de la bandera de Estados Unidos, cuando todos estaban de pie él se quedó sentado. Al poco tiempo cuando fue Presidente, por cierto bastante nefasto para España, no sabía el pobre que hacer para que fuera recibido por el mandatario del país, al que había faltado con su comportamiento insensato y caprichoso. Como era de esperar pagó con creces  su osadía, pero lo peor es que también pagamos  sus extemporaneidades todos los españoles.

Donald Trump, Hilary Clinton  TVE
Servidor hubiera deseado que hubiera ganado Hillary Clinton, hasta hubiera dado algo  (no mucho) porque esto ocurriera, pero resulta que ganó Donald Trump . Resulta que salió elegido en unas elecciones democráticas a las que no se las pueden poner objeciones. Es cierto que en votos le superó su adversaria por los intríngulis de la repartición del voto de las poblaciones para la elección de compromisarios, pero esto no merma legitimidad y democracia a su victoria que está dentro de las normas que ellos mismos se han dado.

También es verdad que el señor Trump ha dado, sobre todo en su campaña, muestras de ser un sujeto fácilmente mejorable: el muro que quería poner a Méjico,  cerrar fronteras, retórica de  misógino que infravalora a las mujeres, faltoso con muchos, incluso con algún discapacitado, insulto a personas, entre ellas a la señor Clinton... en fin múltiples  salidas de pata de banco; pero a pesar de todo ello, lo cierto es que ganó las elecciones.

Se habla  de que una persona con los deslices, temperamento y estado mental como Trump no puede tener en sus manos la posibilidad apretar el botón nuclear que podría matar a millones de personas. No es tan fácil como algunos lo pretenden pintar. El maletín nuclear, del que una copia va con el Presidente a todas partes, incluye dentro unos códigos a los que tiene  acceso este, pero no se trata  así sin más de tener a su alcance dicha posibilidad, antes tienen que cumplirse una sería de normas y condiciones para adoptar una posición que emana del Pentágono y las altas autoridades. A fin de cuentas el Presidente lo que hace,  más bien, es refrendar esas posiciones.

Apenas lleva unas horas el nuevo mandatario electo y ya todos advierten que ha cambiado su actitud, que es mucho más amable y conciliador.  Claro, no es lo mismo estar en el fragor de la campaña y hacer cualquier cosa por arañar un voto, que saber que pronto tendrá que ponerse a gobernar. Pero da igual hay unos cuantos listillos por ahí: periodistas, políticos etc., que siguen con sus insultos y descalificaciones al nuevo inquilino de la Casa Blanca y lo que es peor,  también hay quien hace lo mismo con los millones de votantes de aquel. Es que son tan tolerantes que para ellos, solo las elecciones son justas cuando sale  lo que ellos quieren. A ver si les va a pasar lo que a Zapatero que después algún día tienen que arrepentirse de ser tan "demócratas". 





miércoles, 9 de noviembre de 2016

El arte de la palabra

Advierto un tumulto en el rastro de Papalaguinda y me acerco a ver qué pasa. Una vendedora y un hombre discuten acaloradamente. El señor, con pinta de pueblerino,  asegura que una de las herramientas usadas que esta tiene a la venta es suya. Ella se sube por las paredes, jurando por sus hijos que  miente. Este sigue apostando por su verdad y que conoce muy bien la herramienta con la que ha trabajado así como las marcas que tiene. La marchanta habla de que se está mancillando su honor,  dice que se está jugando con el pan de sus hijos y amenaza, pero el hombre no cede. Ahora se acercan  unas cuantas personas  al parecer del clan de la sujeta  para  seguir amedrentando e intimidando al presunto dueño. La cosa se pone que  echa chispas, el señorín sigue en sus trece pero otro que le acompaña le anima a que se vayan y se alejan  echando pestes poco a poco.

Todos nos vamos alejando del corrillo y formando otros más pequeños en los que se murmura que el hombre seguro que tiene razón, pero instantes antes nadie, tampoco yo, hicimos nada para que se sintiera apoyado. ¿Obramos así por cobardía, pasotismo o conveniencia en aquel momento de no echar más leña al fuego? Probablemente de todo un poco. También es cierto,  en nuestro descargo,  que al 100% no estábamos los mirones seguros de nada. Pero pienso que hubiera estado muy bien que al menos viera que no estaba tan solo aquel hombre.

En el partido de la tele pitan un penalti, como siempre entre los que estamos en el bar hay quien está en contra de la decisión arbitral y otros que intentan aplaudirla y justificarla. Al final se quedan dos en la refriega, ya empiezan las subidas de tonos y las descalificaciones, aunque sean de rango  menor, uno de los contrincantes abandona pero el otro no cesa como si quisiera convencernos a todos los del establecimiento que era él quien tenía razón. En este caso creo que casi todos nos dimos cuenta de que independientemente de la verdad que en el caso pudiera tener lo que quedaba claro es que era un bocazas.

Sí, el arte de la palabra también tiene sus complicaciones. Con educación y respeto nunca debería estar de más, no debería ser la cobardía la que silenciara nuestra voz, pero como en estos casos apuntados, hay veces que no es tan fácil, ocasiones en que hasta se puede estar mejor callado. Lo que está claro es que por levantar más la voz, no se tiene más  razón, tampoco es cuestión de aguantar plomazos por intentar ser educado. El que calla no siempre otorga, también  hay casos en que no tiene ganas de discutir con idiotas.



viernes, 4 de noviembre de 2016

Hoy hablaremos del gobierno

Hace años, en los últimos coletazos del Franquismo, el dúo humorístico Tip y Coll tenían un espacio en TVE que salía los domingos por la tarde y siempre la frase que cerraba cada uno de sus programas era la misma: "el próximo día hablaremos del gobierno",  pero después nunca lo hacían. Ayer fue presentado por Rajoy el nuevo gabinete, hoy han tomado posesión de sus cargos y hay opiniones para todos los gustos.
Los que estaban y continúan ya se les conoce,  emulando un poco al famoso dúo, me voy a fijar un poco en los nuevos:      

Alvaro Nadal es el nuevo ministro de Energía Turismo y Agenda Digital.  Ya estaba en la Oficina Económica del Presidente. Es el clásico Pitagorín y además empollón que siempre destacó en todo, siendo número 1 en todos los exámenes y oposiciones que se presentaba a no ser en alguna que le gano su hermano gemelo Alberto, que por lo visto es tan competente como él. 
Iñigo de la Serna ministro de Fomento. Era el actual alcalde de Santander y le ha dado muchos capones al demagogo Presidente de Cantabria, Revilla. Un ingeniero de caminos, gran parlamentario  y que ya se apunta como nuevo delfín para  sustituir  a Rajoy.         
Juan Ignacio Zoido ministro del Interior, Juez de profesión, anterior alcalde de Sevilla, y que conoce bien los entresijos del ministerio además de las circunstancias especiales de toda la autonomía andaluza.                   
María Dolores de Cospedal nueva ministra de Defensa. Un gran ministerio pero a la vez muy fácil de llevar teniendo al lado un buen Jefe del Estado Mayor de la Defensa, por eso, al menos de momento podrá simultanear el cargo con el que ya tenía de Secretaria General del Partido Popular.               
Alfonso Dastis hasta ahora embajador representante permanente de España en la Unión Europea, pasa a ser ministro de Exteriores. Está bien que un diplomático de carrera acceda a este puesto y no el amiguete de turno como venía sucediendo, que para algo las oposiciones a diplomático las cuentan las más duras, sus compañeros de profesión seguro estarán contentos.  
Por último en los nuevos la cuota catalana la tenemos en Dolors Montserrat que es la nueva ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, buena parlamentaria pero aún por demostrar que pueda ser buena ministra de Sanidad.

Pues estos que llegan junto con los que siguen: Montoro,  de Guindos, Saez de Santamaría,  Bañez,  García Tejerina, Rafael Catalá, e Iñigo Méndez de Vigo que además ejercerá de portavoz, conforman el nuevo equipo. Por supuesto que, antes incluso de hacer o decir nada, la oposición ya les ha colgado el cartel de continuistas e inadecuados para las actuales circunstancias de necesidad de cambio y diálogo. Démosles al menos los tres meses, 100 días de margen que se suelen dar y entonces hablaremos bien o mal del gobierno.  En las actuales circunstancias con solo 135 diputados les va a ser muy difícil gobernar y lo será por más que en lo esencial, que debería ser que haya paz, justicia, crear riqueza y repartirla favoreciendo a los que más lo necesitan, tendrían que estar todos bastante de acuerdo;  pero eso ya es harina de otro  costal.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Concienzudo estudio

Los tiempos pasan y cada tiempo y época trae su forma de vivir, sus modas: en el vestir, en la música, en los más diversos aspectos que sin ser fundamentales rodean nuestra existencia. Modas que afectan superficialmente la vida de las personas y que no deberían interferir en lo más esencial. Como si de una moda más se tratara a veces nos hablan de cambiar comportamientos  de primer orden, modelos que antes nos vendieron como ejemplares  y que ahora dicen negativos, basados siempre,  según "ellos",   en un concienzudo estudio.

Hace años se decía que el aceite de girasol era menos perjudicial que el aceite de oliva, hoy el aceite de oliva, esencial en la dieta mediterránea,  es poco menos que la panacea de todos los bienes. También por aquellos años se anunciaba que el pescado azul era poco menos que el demonio que traía todos los males y ahora se  pondera a la sardina o el chicharro que dicen que tienen muchos ácidos grasos omega 3 muy buenos para controlar el  colesterol.

Acabo de leer que según la doctora Sara Kayat no se deben lavar los dientes inmediatamente después de las comidas y bebidas, especialmente si estas son ácidas.  Después de comer el PH de la boca disminuye y tarda en volver a la normalidad  si lo hacemos entonces asegura, frotaremos el ácido y dejaremos los dientes y encías más vulnerables, por ello dice que se debe esperar al menos una hora desde el fin de la comida para cepillarse los dientes. Además Cayat recomienda no enjuagarse después del cepillado ya deben quedar residuos de pasta que seguirán protegiendo la boca. Toda la vida con la matraca de lavarse los dientes después de comer para esto.

Al menos nos queda la siesta
Pensábamos que era bueno el fin de semana aprovechar para reponer fuerzas estando más en la cama y llega la neuróloga Anish Bahra y asegura que no hay que dejar de madrugar los días libres. Nos dice que cambiar el patrón de sueño tiene un efecto potencialmente negativo sobre ciertas hormonas del hipotálamo, lo que puede desencadenar dolores de cabeza. Asegura que madrugar es positivo para nuestro organismo, mejora el sistema inmune, hace que el sueño sea más reparador, Bueno por lo menos aunque recomienda levantarse pronto aún con  sueño, luego habla de echarse una siesta durante el día.

Análisis y estudios, como creo que he dicho en alguna ocasión, los hay para todos los gustos. No vamos a desconfiar de su fiabilidad, pero lo que sí es cierto es que cada persona es un mundo, uno mejor que nadie puede saber,  a poco que se lo proponga,   lo que realmente le viene bien o mal en cada caso. A mí,  desde luego, por mucho que la neuróloga insista, estoy seguro que quedarme en la cama, cuando no tengo que trabajar,  un tiempo más, me viene fenomenal.