lunes, 6 de abril de 2020

Lo más importante salvar vidas, pero se puede y se debe, si hay motivos, criticar.


Después de tanto tiempo sin pasar por aquí, habrá que volver a las andadas, aunque en confinación y sin las herramientas habituales no sea tan fácil.

Pues que como quien dice, de una dìa para otro, nos encontramos en una situación muy difícil tanto económica como, lo que es mucho más importante, de salud.  En lo económico decía el otro día el profesor Gonzalo Bernardos que salir de esta es muy fácil: el Banco Central Europeo ha de poner a toda velocidad la máquina de imprimir moneda, de hacer billetes. ¡Joder, cómo no habíamos caído en eso! Este "economista" es el asiduo de todas las televisiones defendiendo a este gobierno, incluso haciendo milagros. O este tío es muy listo o los demás muy tontos para no darse cuenta de tal fácil solución. Qué lumbrera.

Pero  lo más importante es la salud, salvar vidas humanas. Según algún análisis que ha circulado por las televisiones, se han salvado 16.000 vidas con las medidas de confinamiento adoptadas. Podían también cuantificar cuantas se habrían salvado de verdad si se hubieran prohibido los eventos y manifestaciones como las del 8 M. Si se hubiera hecho caso a las recomendaciones de la OMS y otros organismos internacionales así como lo que ya venían haciendo en  China desde tiempo atrás. ¡Ah!, que esto no se debe decir. ¡Ah bueno!

Ayer salió en la  Sexta  eso que ellos llaman barómetro. Algunas conclusiones del mismo; más del 60% de los españoles valora positivamente como está  llevando esta crisis el gobierno, más de un 68% valora negativamente la posición de los populares, la mayoría de los encuestados aprueban la información que el gobierno está dando de los acontecimientos, también  la mayoría aprueba la gestión que está haciendo el ministro de Sanidad...

Pronto y descaradamente empiezan las televisiones a pagar los últimos favores a Sánchez, esos 15 millones que, de una u otra forma camuflados, les ha dado. Hace falta tener mucho rostro para  pretender que las personas se crean semejantes trolas, aunque haberlos, haylos que tragan. Ayer el "padre" Revilla, uno de los predicadores oficiales de de A3 Media, decía que no es hora de criticar al gobierno. Faltaría más, hay que hacerle caso. Nadie mejor que este sabe a qué paraguas resguardarse en  cada momento. Un chanchullero de aquí te espero, del antiguo Frente de Juventudes y de lo que haga falta.

Eso que llaman barómetro concluye también que el gobierno ha dado buena información. Aunque sea con preguntas manipuladas en las ruedas de prensa posteriores, por el censor Oliver. Parece que los periódicos más importantes no van a acudir a esos simulacros supongo que cambiaran el formato.  Hablar sí que han hablado.  Horas y horas de Sánchez, los ministros y ayudantes para decir todos los mismo, lo que a una persona normal con cinco minutos le sobraría tiempo. Verborrea, autocomplacencia: como dice el Presidente, como dice el ministro Tal, como dijo… Echando horas, para hojarasca y vaguedades. Viendo a los Sánchez/Marlaskas haciendo estos malabarismos dialécticos no es extraño que se les vaya la olla.

Cuando están en juego tantas vidas lo importante es salvar todas las que se pueda y más, todo lo demás es accesorio, eso no quiere decir que no se pueda criticar, a la vez que se arrima el hombro y lo que haga falta. Hay que seguir cantando las verdades del barquero a este desgobierno que tenemos, aunque para el caso que hace. Como aquel que iba montado en el burro por el medio de la vía, el tren pitando cada vez más cerca pero no se apartaba. Ya cansado de los chiflidos y mirando hacía el tren le espetó: chufla, chufla; que como no te apartes tú.