viernes, 24 de septiembre de 2021

Personas extraordinarias y otras...

"Ya no tenemos palabras para decir. Dijo Jesús: venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré".  Son frases de Domingo Guerra, párroco de El Paso (La Palma) donde el volcán de Cumbre Vieja está causando un gran desastre con la lava que arrastra y mata todo a su paso. Este  hombre a sus 79 años ha sido testigo de tres erupciones, lleva dos parroquias con una fuerza y lucidez mental extraordinarias. cuatro días sin dormir, desde la parroquia  cercana al desastre, dando todo la ayuda material y espiritual que puede. "Cuatro días de ruido atronador, lava avanzando, Señor danos fuerzas" Acababa diciendo.

Imagen de culturainquieta.com
Justo Gallego tiene 95 años, enfermó de tuberculosis hace mucho. Con una profunda fe, pidió  por su curación, cuando se recuperó, en agradecimiento lleva más de 50 años construyendo una catedral en Mejorada del Campo (Madrid), la mayoría con materiales reciclados, su cúpula tiene cuarenta metros de altura, ya es una obra admirable en honor a su sanadora: la Virgen del Pilar. Le llaman el Loco Silencioso. Él está a seguir con su trabajo ilusionado. Recibe muchas visitas pero no quiere conversaciones largas, fama o situaciones que le puedan distraer de su labor. En terreno propio y sin ayuda económica de nadie, sigue en su afán imperturbable.

Decía la Madre Teresa de Calcuta: "No puedo parar de trabajar, tendré toda la eternidad para descansar". Yo creo que lo que ocurre en casos como los apuntados es que es tal el grado de seguridad de que lo que hacen está bien, que es lo que tienen que hacer, que merece y mucho dar la vida por ello; que en esas ocasiones ese afán  saca fuerzas donde parece que ya no las hubiera, saca alegría donde nos parece que podía haber tristeza, saca ventajas donde aparecen inconvenientes y problemas. Cuando uno tiene unos principios éticos, religiosos, morales y está convencido en un fin  tiene superado el hándicap más importante para conseguirlo. 

Por el contrario si no hay principios, es posible que no haya metas por las merezca la pena luchar o que solo sean metas a salto mata que a lo más que llevan es a una riqueza de bienes, de poderes, de superficialidad, que además la mayoría de los veces, no importe vender a quien haga falta y lo que sea "necesario", acudiendo a la mentira, al cambio de chaqueta, a la demonización al contrario... En fin, al más feo y duro egoísmo, que unido a la incompetencia, cuando se trata de mandatarios, produce estragos que repercuten en todo y en todos. Es lo que estamos, por desgracia, viviendo en abundancia,  con muchos de los que gobiernan nuestra  España.


jueves, 16 de septiembre de 2021

Diálogo de besugos

Un tertuliano de esos que van pontificando por todas las televisiones ayer decía: Cataluña bien vale una mesa.  Se pensaría que era muy original la frase pero a mí me parece una estupidez. Cataluña y los catalanes merecen muchas cosas buenas, lo que no merecen es que por culpa de cuatro sinvergüenzas/vividores se esté hundiendo en un marasmo social y económico. Sí, esos mismos que dicen que se sientan en la mesa para arreglar el problema catalán. Separatistas, golpistas y delincuentes por un lado y por el otro, miembros del Gobierno de España, traicionando a los españoles, cuando intenta pactar con los que la quieren romper y beneficiando a quienes están haciendo tanto daño.

De besugo a besugo.
Imagen de 20minutos

Pues ahí siguen con el raca-raca: unos pretendiendo elucubrar su grandeza  y los otros oyendo la monserga y dándoles de vez en cuando algún caramelito económico o legal para que no se enfaden mucho y les sigan apoyando en el gobierno. Yo, a veces, imagino que pasaría si tuviéramos un gobierno decente y competente que simplemente dijera a los golpistas: señores en España nos regimos por una constitución aprobada mayoritariamente por todos los españoles, donde se dice que es una e indivisible y que la soberanía nacional reside en el pueblo español, si no lo entienden es su problema y si ahora no les gusta ahí tienen la puerta.

Así de sencillo y de claro. Cuando se metió a toda a toda esa banda en la cárcel había mucha gente que decía: ¡La que se va a armar! A la hora de la verdad, unos impostores y unos cobardes; no pasó nada, pasaron unos años en la cárcel y allí seguirían algunos más, si no fuera por un gobierno incompetente y que además es capaz de vender a su madre con tal de seguir gobernado, como se está viendo en tantos casos. Un ejecutivo con un presidente al frente totalmente amoral e indecente y acompañado por una recua de pelotas, vividores... dispuestos a decir a todo sí bwana. 

Y lo que, para un servidor, casi es peor: unas televisiones, unas radios, unos medios, donde aparecen los comunicadores: Ferreras, Maraña, Cintora, Wyoming, Pastor... a justificar y aplaudir a su jefe Sánchez, tal vez para que suelte a sus empresas alguna mamandurria. Con todo ello resulta que pareciera que Cataluña fuera una autonomía perjudicada cuando no es así, que todos los catalanes fueran independentistas cuando son menos de la mitad, que la única solución fuera negociar. ¡Pero negociar el qué, si España es de todos los españoles! Por suerte todavía somos muchos, muchísimos, los que creemos en la Constitución y en España y confío que algún día cuando este gobierno infame acabe sus días, las aguas regresaran a donde estaban cuando hicimos nuestra carta magna.



viernes, 10 de septiembre de 2021

Un pendón para nuestro pueblo

Los primeros pendones nacieron como un símbolo de distinción individual a partir del siglo X y hasta el XIII; los caballeros colocaban su pendón en lanza para dar a ver su alcurnia y categoría. Los reyes, más tarde, también  llevaban su pendón real portado por el alférez que iba al lado del monarca. Pasado un tiempo, los soberanos comenzaron a dar pendones a los municipios. Siempre el pendón representaba  un gran signo de honor y distinción, por eso cuando a veces en un enfrentamiento se perdía, la recuperación era un fin primordial y cuando se conseguía, solía dar lugar a la implantación de una gran fiesta. En el antiguo Reino de León (León, Zamora y Salamanca) se usan para representación de las localidades en romerías y fiestas de carácter religioso o civil.

Mí pueblo, Palazuelo de Eslonza, también allá por mediados del siglo XVIII tubo su pendón, pero por esas vueltas que da la vida, actualmente ya no existía, se había perdido en el tiempo. Con ocasión de unas subvenciones que daba el Instituto Leones de Cultura a las juntas vecinales para recuperación y rehabilitación de pendones, vimos la posibilidad de hacernos por fin con uno. Pero había un problema, no se trataba de subvenciones para hacer cualquier pendón nuevo, era para los que ya existen o hubieran existido y se hubieran perdido.


Así pues había que investigar a ver si en nuestro pueblo había habido alguna vez pendón. Nos llevó tiempo rastreando por archivos históricos, Internet... Fue en el Archivo Histórico Diocesano de León, en el libro de Fabrica de la iglesia de Santa María de la Inmaculada, de Palazuelo de Eslonza, donde desde la segunda mitad del XVII   hasta la primera del XIX encontramos diversas anotaciones de gastos en telas, sastre... para un pendón. Ya teníamos lo mas importante, la demostración de que habíamos tenido estandarte.

Con esos datos nos ganábamos el derecho a la subvención. El archivero Ceballos nos hizo una gran labor y un gran favor al hacer un informe de como debió de ser y como debía de trasladarse al recuperarlo. Las monjas Carbajalas, Sor Araceli y Sor Mónica; se encargaron de la confección del mismo según dicho informe, con todo rigor y Plastimolvi/Justino, de la vara.

Por fin precisamente para el día de nuestra fiesta, llegó al pueblo nuestro flamante pendón. Don Manuel, el cura, se encargó de bendecirle y el pueblo entero de sacarle en una gran procesión en
medio de los sonidos del tambor y el acordeón, para "airearlo" y darlo a conocer, por todas las calles de la aldea. Estábamos encantados, mientras los jóvenes disfrutaban más que nadie portándolo. Era y es sobre todo un motivo de unión y alegría para todos, aumentado por el hecho de haber recuperado algo tan nuestro. Es parte muy importante de nuestra historia que, como se dijo en la presentación, esperamos que no se pierda en muchas generaciones, para que siga uniendo a nuestra gente, mientras gozan con su exhibición