jueves, 21 de diciembre de 2017

Navidad un año más

Feliz Navidad
Venturoso 2017
Sí, llegó Navidad. Un año más pero no por ello con menos deseos para  vivirla  y sentirla que las anteriores. Pueden ser distinto el embalaje, más o menos atractivo, más o menos impactante, según si es uno niño,  joven, o una persona mayor, pero hay muchos sentimientos que confluyen en todos por estas fechas.
La Navidad puede ser un buen momento para darnos cuenta de que siendo un relámpago en el tiempo nuestra existencia, somos importantes, muy importantes porque hay personas que nos quieren y se preocupan por nosotros
La Navidad nos ofrece la oportunidad de dejar que penetren en nosotros los destellos de fiesta, esperanza e ilusión que  surgen de todo ese mundo mágico que nos rodea.
La Navidad es una gran oportunidad para olvidarse de reproches y sentimientos negativos al albor de todo ese fuego de amor que surge en el ambiente.
La Navidad también es la ocasión de dejar al margen el rigor y la seriedad y sacar a relucir y a vivir ese niño que dicen que todos llevamos dentro, más bien yo diría ese niño que somos, porque todos somos niños hasta el final en este mundo palpitante y misterioso, tremendo  e impactante.

Es bueno dejar que alguna vez afloren los sentimientos, se noten los temores, se aviven las esperanzas, se acrecienten las ilusiones.
Navidad para tantas y tantas cosas buenas pero también  Navidad al fin y al cabo para contemplar con más pasión el paso de la vida, y además de toda la ambición de felicidad; el dolor y sufrimiento que con tanta frecuencia son anejos a nuestra existencia. Navidad para secar una lágrima, para susurrar una esperanza, para incentivar una ilusión, para infundir  unos ánimos, para... ayudar a caminar.

Navidad para recordar aquel Niño de Belén que marcó una estela, un camino y una forma de vivir apasionante.
Navidad para compartir, para acompañar, para desalojar la soledad, para cargar las pilas... para vivir una vez más, con  toda la intensidad.




viernes, 15 de diciembre de 2017

La vida sigue su curso

Más de seis años escribiendo en este blog, alrededor de 350 post, entradas. La mayoría de las veces cuando entro aquí con intención de escribir, lo hago con ganas  porque sé perfectamente lo que quiero decir y cómo lo quiero decir. Hoy sin embargo, aunque he venido con intención de dejar algo, he visto que hace más de una semana que no ponga nada; no sé por donde saldré.

Hoy estoy triste y desilusionado y no es que tenga ningún motivo más que ayer para encontrarme así. Hoy quisiera, si fuera posible, apearme aunque solo fuera por unas horas, de este tren de farsa y mentira que tantas veces es la vida y ponerme en un rinconcito, no para verla pasar sino para pasar de ella sin más. Estoy triste, pero es como si sintiera alegría, casi como si me regodeara en mi tristeza.

No tengo ganas, tal vez ni fuerzas de ensalzar nada, de criticar nada, de comentar nada, solo quiero pasar de todo y que pasen también de mí, es como en aquel programa tan famoso de la televisión cuando dicen: paso palabra.

A lo mejor es una forma, puede que un poco cobarde también, de protestar, de ver que si no hay tanta gente mala como a veces pueda parecer, hay mucha, demasiada gente cómoda, demasiada que no mueve un dedo para menear el árbol pero cuando alguien le mueve son los primeros que se acercan a coger las nueces, demasiados  de los que buscan el para-bien, de los que tragan y hacen o dejar de hacer lo que sea con tal de no perjudicarse, de no buscarse incomodidad, ni enfrentarse a los demás.

Demasiada sí, que ya no es que no muevan el árbol, es que ni siquiera tiene la mínima delicadeza de dar las gracias, cuando cogen sus nueces porque lo han meneado otros.
Aprovecharé el momento porque sé que esto me durará poco, como me ha pasado ya otras veces, cuando menos lo espere, me lanzaré corriendo hacía el tren de la vida y como en las películas del oeste entraré en marcha en él de nuevo. Y de nuevo volveré a ensalzar, criticar, reír, sufrir... Vivir.
Pero hoy y ahora, que se le va a hacer, lo que más me "apetece" es estar así, con estas extrañas sensaciones, mientras observo con desdén y sin importarme lo más mínimo: que la vida sigue su curso.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

39 años de una Constitución que nos protege frente a delincuentes

Amanece el día del 39 aniversario de la Constitución, esa que con todos sus defectos y fallos nos ha dado el periodo de mayor prosperidad y paz, esa que algunos como los podemitas quieren cambiar porque dicen que se redactó bajo la influencia franquista, la misma ley de leyes a la que los independentistas acuden cuando les interesa para alcanzar sus fines y de la que pretenden pasar cuando es un obstáculo para ellos.

Se esperaba esta lunes la decisión del juez Llarena a cerca de los ex-consejeros encarcelados, al final ha optado por tirar por la calle del medio, ha sacado de prisión a Romeva, Turull, Mundó, Rull, Bacsa, Borral, y ha dicho que continúen el Ex-Vicepresidente Junqueras y el ex-consejero de Interior Forn. Todos fueron una primera vez llamados  a declarar como investigados por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos.
En esa primera deposición, comparecieron ante el juez muy gallitos solo contestaron a las preguntas de sus abogados, pero mira por cuantas parece que la cárcel les fue haciendo entrar en razón y fueron ellos mismos los que pidieron declarar de nuevo y  ahora sí, ahora contestaron a todo mundo a la vez que hacían acto de contricción acatando el 155 que les desposeyó de su cargo  y propósito de enmienda. ¡Si es que estar entre rejas agudiza el espíritu!
Pobrecitos  Turull y Rull. Imagen OKDIARIO

Ah, pero ya fuera de la trena Rull  y Turul se vuelven muy fanfarrones y van haciéndose los mártires diciendo entre otras cosas: han querido humillarnos y quitarnos la dignidad pero no lo han conseguido, nos pusieron esposas con las manos por detrás cuando íbamos a declarar, en la prisión de Navalcarnero un funcionario nos dijo que se nos quitaran las tonterías que íbamos a tener cárcel...  !Por Dios, que cosas les pasaron!

Si es que tuvieron dignidad alguna vez puede que la perdieran cuando tras negarse a contestar en principio después fueron ellos los que pidieron nueva declaración para salir del trullo, a los presos es normal que en determinados momentos se les pongan esposas, hay que "castigar" a ese funcionario: hay que ver lo "mal" que se portó con unos presuntos delincuentes. Porque eso es lo que son: presuntos delincuentes. Pero bueno, seguro que cuando les vuelvan a llamar de nuevo para el juicio y les  puedan pedir hasta 25 o 30 años se les vuelven a bajar los humos y a quitar todos esos delirios de grandeza de la cabeza.

Dice el refrán: dime de qué presumes y te diré de qué careces. Decía Aristóteles que la dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos. 
Es el día de la Constitución: cuidémosla, mimémosla, si es conveniente reformemosla, pero no para favorecer las aspiraciones de podemitas o independentistas sino para todo lo contrario. Esta Constitución entre otras cosas es la que los doblega y nos haces ser fuertes ante esos sujetos.





Junta Vecinal
 de 
Palazuelo de Eslonza
CHOCO-MAGOSTO

                                             DÍA DE LA INMACULADA 6 DE LA TARDE                                         


Transportes del Río -Isaac y Alvaro- Transportes Gelo.

Seriedad, economía y eficacia.





























viernes, 1 de diciembre de 2017

Diciembre para cambiar

Entramos en un nuevo mes, diciembre, el último mes del año y es como si de repente todo cambiara. Las ciudades y los pueblos cuelgan sus adornos, ponen sus belenes, hasta el mismo tiempo parece haberse dado cuenta de que está ya bien entrado el invierno y anuncia, por fin, buenas lluvias y nevadas en casi todo el país, que buena falta nos hace. La lotería con mayúsculas, la de Navidad, los buenos deseos comienzan a aflorar. Es como si todo nos quisiera decir que "esto" puede ser diferente ya.

Ayer estaba comiendo cuando apareció por la televisión un anuncio de una ONG. Era una mamá que sobrecogida abrazaba en su pecho un niño. Un cráneo muy grande para aquel cuerpo tan pequeñito, una cara famélica, con unas moscas que desafiantes andaban por ella,  unos brazos y piernas escuálidos, un vientre protuberante y anormal... De pronto me dí cuenta que había alejado mi mirada de la pantalla  tal vez para que no se me atragantara la comida y me llamé cobarde y me "castigué" con volver la mirada a la escena por muy dura que fuera.

Nos hablan con frecuencia de que en España hay muchos niños con riesgo de pobreza. Podríamos comparar  las imágenes de estos con aquellos,  como el que ayer removió mi conciencia y nos daríamos cuenta de la abismal diferencia. No debería ser necesario, pero debo de aclarar que no estoy diciendo, ni mucho menos, que en este país no se deba luchar contra la pobreza, solo que son tan personas y tan niños aquellos otros como estos, aunque estén a unos cientos o miles de kilómetros de nosotros.
Tampoco, aunque no nos guste, podemos obviar, que otro gran problema de la infancia acá, es la obesidad infantil: un 18%, una de las más altas de Europa. ¡Que paradojas!

Hay muchísimas imágenes mucho peores.
Son casos urgentes que están ahí y que necesitan de un apoyo incondicional de todos. No podemos ampararnos en decir que son cosas de los gobiernos, aunque su responsabilidad esté en un primer lugar, estamos en conciencia implicados. Sí, vale de gaitas: no está bien que haya mesas en Navidad a rebosar, a tirar;  si  los que hacen posibles esas mesas no colaboran, pero de verdad, no con migajas,  en que el hambre en el mundo se vaya acabando ya.

Parece mentira que con tanto avance y tanta comunicación sigamos así. Gente que no ve más allá de su ombligo, empeñándose en poner barreras y fronteras: Yo soy la de Dios, yo soy mejor, yo tengo derechos históricos, yo, yo, yo... Que den por el ... a los demás. Esto para personas normales y de bien no puede valer.  ¡Ya está bien! 
Parece que el niño de ayer me ha hecho cabrear un poco, conmigo mismo en primer lugar y también con los demás. A ver si de verdad: el frío, la lluvia, la nieve, la Navidad; nos ablandan los corazones y nos hacen ver lo importante, nos hacen cambiar.