La depuradora fue abandonada a su saturación hace años. Con el trabajo que se metió allí. Después se dejó de limpiar por desidia y luego empezaron a echar escombros y toda clase de desperdicios encima. Y mas tarde todo fue aplanado para que estuviera "curioso". La tubería reventó en el carcaval cerca de la carretera, al lado de la única casa que hay al otro lado de la carretera. Hubo multas al Ayuntamiento por ello, según parece; pero pagar cuatro perras y no obligar a solucionar esa marranada no condujo a nada mejor. Y que corra la bola.
¡Qué mas da quien sea!. Todos sabemos que somos así. Hierbajos que nos llegan hasta los morros delante del consultorio (por ejemplo). ¿Quién los limpia o los siega?. ¡¡¡No!!, que se van a reír de mi!. Y es verdad que se ríen. Hasta ahí llegamos. Mientras tanto nos sentamos en el banco con los cataplines descansados, porque eso a lo mejor nos da categoría mientras tenemos delante los hierbajos. Y así con todo lo demás. Tenemos lo que nos buscamos y nos merecemos. Y nos creemos que somos el no va mas. Si tu te tienes yo no me caigo. ¿Ay cuitadines!, ¿qué nos creemos que somos?.
Tu comentario sobre "el cambio de velocidad" agarrado al tractor y el porrazo al pararte de pronto, es lo mas lúcido que haya oído nunca. Soy acérrimo partidario de la EVOLUCION en nuestras vidas particulares, pues ni los padres vivieron como los abuelos, ni los abuelos como los bisabuelos, ni es razonable vivir como los neardentales. Pero pretender dar un volantazo violento a la forma de sociedad, o "sistema" como se dice, implica revolución violenta; y la revolución violenta siempre genera destrucción. ¿Renunciar a revolución?, ¡¡no!!; pero hacerla persistente, insistente, tozuda, sin desmayo, hasta la extenuación si es preciso. Y hay muchas cosas, muchas mentes, muchos privilegios injustos, que modificar e incluso eliminar. Igualdad para todos, pero por arriba. Iguales oportunidades para todos; pero el que tenga cualidades y voluntad de llegar mas allá, no reprimirle.
La depuradora fue abandonada a su saturación hace años. Con el trabajo que se metió allí. Después se dejó de limpiar por desidia y luego empezaron a echar escombros y toda clase de desperdicios encima. Y mas tarde todo fue aplanado para que estuviera "curioso". La tubería reventó en el carcaval cerca de la carretera, al lado de la única casa que hay al otro lado de la carretera. Hubo multas al Ayuntamiento por ello, según parece; pero pagar cuatro perras y no obligar a solucionar esa marranada no condujo a nada mejor. Y que corra la bola.
ResponderEliminar¡Hola! Me gustaría saber quien eres. Gracias.
Eliminar¡Qué mas da quien sea!. Todos sabemos que somos así. Hierbajos que nos llegan hasta los morros delante del consultorio (por ejemplo). ¿Quién los limpia o los siega?. ¡¡¡No!!, que se van a reír de mi!. Y es verdad que se ríen. Hasta ahí llegamos. Mientras tanto nos sentamos en el banco con los cataplines descansados, porque eso a lo mejor nos da categoría mientras tenemos delante los hierbajos. Y así con todo lo demás. Tenemos lo que nos buscamos y nos merecemos. Y nos creemos que somos el no va mas. Si tu te tienes yo no me caigo. ¿Ay cuitadines!, ¿qué nos creemos que somos?.
ResponderEliminarTu comentario sobre "el cambio de velocidad" agarrado al tractor y el porrazo al pararte de pronto, es lo mas lúcido que haya oído nunca. Soy acérrimo partidario de la EVOLUCION en nuestras vidas particulares, pues ni los padres vivieron como los abuelos, ni los abuelos como los bisabuelos, ni es razonable vivir como los neardentales. Pero pretender dar un volantazo violento a la forma de sociedad, o "sistema" como se dice, implica revolución violenta; y la revolución violenta siempre genera destrucción. ¿Renunciar a revolución?, ¡¡no!!; pero hacerla persistente, insistente, tozuda, sin desmayo, hasta la extenuación si es preciso. Y hay muchas cosas, muchas mentes, muchos privilegios injustos, que modificar e incluso eliminar. Igualdad para todos, pero por arriba. Iguales oportunidades para todos; pero el que tenga cualidades y voluntad de llegar mas allá, no reprimirle.
ResponderEliminarGracias. Estás invitado.
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