En el libro "Cuentos bohemios españoles" hay una narración del gran periodista y escritor del siglo XIX Antonio Palomero que cuenta los vericuetos de una recomendación. El cacique del pueblo recomienda a un sobrino al diputado electo por su circunscripción para que le busque empleo, este a su vez, pasa la misma recomendación a otro diputado, que se la manda a un clérigo, confesor de una marquesa, a la que pasa la recomendación, la marquesa pasa la recomendación al ministro del que ella es amante y ya el ministro mete al sobrino a trabajar. vuelve la rueda hacia atrás comunicando la buena noticia desde el ministro hasta el cacique pasando por todos los que habían participado.
Se trata de un cuento pero parece calcado a tantos casos como el gobierno que padecemos nos tiene acostumbrados (estaba pensando si poner acostumbrados entre comillas pero creo que no es necesario). Es de suponer que el recomendado del cuento que al final accede al trabajo, cuando se incorporara trabajaría, ahora las recomendaciones de estos caraduras van más lejos; los beneficiados cobran y no van a trabajar.
Hace siete años que tenemos un presidente del gobierno, que nunca debió acceder al cargo, tiene las alforjas a rebosar de conductas amorales que comenzaron el mismo día de la moción de censura, con una mentira como causa y un defensor del la misma, Ábalos, que era y es; uno de los mayores delincuentes y sinvergüenzas del reino, como ha quedado demostrado. A partir de entonces un reguero continuo de mentiras y atropellos, día tras día.
Yo me he hecho la pregunta muchas veces: ¡Cómo es posible que en un país adelantado como España, pueda seguir siendo este sujeto presidente! Además tiene a su alrededor a una pléyade de ministros y ministras que parece les hubiera escogido para que estuvieran a su altura. Pues ahí siguen y con las caras duras de pretender darnos lecciones de bien cuando de ellos solo se puede aprender el mal, que es lo que más hacen. Algo parecido pasa con quienes les apoyan. Es que es muy gordo que tengamos que seguir aguantando a esta tropa con lo que cada día demuestran ser. Deberíamos estar en la calle hasta que se fuera esta gentuza. ¿Es que acaso con sus actos pueden representar al pueblo español? Pues parece que a muchos sí. Hoy no quiero dar nombres pero es deplorable la cantidad de personas y medios que parecen estar de acuerdo con la mentira y la maldad.
Mucha cobardía, mucho pesebrismo, mucho mal. Me da igual tener un presidente de izquierdas que de derechas, de centro que de no centro; lo único que pido es que sea una persona de bien. Con sus fallos y aciertos, como los tenemos todos, pero decente. que diga la verdad, que una y respete a todos los españoles. ¿Será mucho pedir? A ver si cae esta breva.
