Toma del frasCo-nsultivo, Carrasco

Llevamos en esta provincia leonesa meses, años, con el tema de los bomberos. Los ayuntamientos grandes que disponen de dicho servicio dicen que no tienen por qué acudir a socorrrer a los ayuntamientos pequeños   y la Diputación se pretende lavar las manos diciendo que no es de su competencia sino de la Junta. En esto llega el Ayuntamiento de Ponferrada y para intentar salir del atasco hace la consulta al Consejo Consultivo de Castilla y León que después de meses para tan nada responde que es competencia de las diputaciones.

Mire usted por cuantas hay una Ley de Bases de Régimen Local de 1985 en vigor que por poner dos ejemplos,  dice:

Art. 31.  Son competencia de las diputaciones asegurar la prestación integral y adecuada en la totalidad del territorio provincial de los servicios de competencia municipal.

Art. 36. También las compete la prestación de servicios públicos de carácter supra municipal y, en su caso, supra comarcal.

Y el Anteproyecto de ley de sostenibilidad y racionalización de la administración local dice: en los municipios con población inferior a 20000 habitantes las diputaciones asumirán el ejercicio de las competencias para la prestación común y obligatoria de servicios del ámbito municipal que por naturaleza o sostenibilidad de servicio no lo puedan hacer los municipios.

Creo que a buen entendedor no hace falta más para darse cuenta de que efectivamente es una competencia de la Diputación. Pero es que además ni legislación ni gaitas, el sentido común, para él o la que lo tenga;  dice que es un servicio esencial que se ha de prestar. Donde los municipios no puedan: ¿Quién está más en contacto con ellos y para ellos que la diputación?

Presidenta Diputación de León, I Carrasco.

Pues parece  que la señora Carrasco, con aires dictatoriales, todavía pretende hacerse la loca y dice que el Informe del Consultivo no es vinculante. ¡Toma del frasco Carrasco!  No lo será,  pero usted está ahí para algo. No juegue con fuego,  o mejor dicho, juegue, si le apetece, cuando sea su  vida o su hacienda la que esté en juego, pero no  juegue a la ruleta con las vidas y  haciendas de los leoneses.