Continuamos a bingo. Bueno la verdad es que ni a bingo, ni a línea, ni a nada porque cuando hablo de este sujeto no acierto una. Dije aquí hace unos pocos meses que Pedro Sánchez estaba inhabilitado después de lo que había pasado para presentase a las primarias para Secretario General del PSOE y ya lo creo que se presentó. En mi post de la otra semana le auguraba un fiasco y ganó las votaciones con el 50% , tantos votos como los otros dos aspirantes juntos.
Si señor las ganó y parece que el pescuezo que ya le tenía largo, a raíz de ello, se le ha estirado unos centímetros de tanto mirar para arriba. Como decía mi admirado y viejo cura de la niñez de mi pueblo yo sigo erre que erre. Sigo pensando que por mucho que 60.000 militantes de su partido le hayan votado eso no quiere decir que sea un buen candidato.
Vayamos por partes:
1.- Sus votos son los votos del "no es no", del querer ser Presidente del Gobierno a toda costa, de los militantes radicales que se guían más por la bilis que por la razón.
2.- No le han votado los que querían un cambio en aquel atolladero de tantos meses, los que pensaban más en España y los españoles que en el partido y aspiraban a que saliéramos del atasco.
Partido al medio |
3.- Sacó en diciembre de 2015 90 diputados con 5.530.000 votos, en junio de 2016 con todo el rollo del no es no, se quedó en 85 diputados y 5.400.000 votos. O sea que más de 150.000 votantes socialistas se han desviado de él.
4.-Su apuesta significa una fractura total en el partido por mucho que ahora lo intenten disimular. Ya lo veremos.
Los votantes son los que más deberían contar para quien aspire a trabajar por todos los socialistas y por todos los españoles y no los cautivos partidarios, domesticados, apesebrados y hasta engañados en muchas ocasiones. Claro que si este señor a lo que aspira es a amamantar su ego y trabajar para unos pocos seguidores y militantes...
La pena es que hasta que seamos capaces de poder arbitrar y gobernar este país llamado España por un sistema mejor (que en teoría, al menos, les hay) que no sea el de partidos, necesitamos uno fuerte como ha sido hasta ahora el PSOE y con los últimos acontecimientos parece abocado a su autodestrucción. A ver si con un poco de suerte, sigo fallando en esta apuesta.