miércoles, 11 de abril de 2018

Que no nos den lecciones

Cuando una persona tiene poca autoestima y confianza en si misma, a la hora de actuar piensa más en el qué dirán que en sus propias convicciones.
Cuando unos personajes tienen poca o nula estima por su país, dan más valor a los mensajes que vengan de fuera que a los que a los que salen de España y sus  instituciones. Cualquier argumento negativo les sirve para subirse a la burra de la destrucción de nuestro sistema democrático/constitucional y alcanzar el poder como sea.

Seguimos (y para seguir) con la historia del fantasma, antes de  Flandes, ahora de Alemania, Puigdemont; ese que se fugó de la justicia para no ir a la trena y que algunos tergiversando la realidad quieren que pase por exiliado. Le pillan y a la hora de aplicar la extradición resulta que el Tribunal Superior de Schleswig-Holstein, la región alemana donde le detuvieron, se pone a cuestionar la euro-orden  y concluye que no hay delito de rebelión,  tal vez de malversación y ni siquiera.

En El Tribunal Supremo, donde están nuestros mejores jueces, después de meses de estudio, se llegó a la conclusión que había delito de rebelión, sin embargo a los togados alemanes de una región les han bastado unos días para decidir lo contrario y resulta que parece que debe ser lo que digan estos últimos por lo que el tal Puchemón debe ser juzgado. Yo no sé hasta que punto esto puede ser legal pero de normal y lógico no tiene nada. El más elemental sentido común nos dice que ese señor donde tiene que ser juzgado es en España y por lo delitos que estimen nuestros tribunales. A ver si ahora los delincuentes se van a dedicar a huir a países donde sus delitos sean menos castigados en caso de ser atrapados.

 Edificio del Tribunal Supremo
España es un país democrático, con sus fallos, por supuesto, pero tan democrático  que hay quien quema fotos del Jefe del Estado y no le pasa nada. Así es por mucho que opinadores y periódicos extranjeros intenten embarrarlo, como el "prestigioso" británico  The Times,  que en un editorial cuestiona y denuncia la actuación de nuestro país en este tema, y claro todos esos que buscan y quieren la destrucción de España: los separatistas, los podemitas y tantos otros, se ponen todos  "dignos" dándoles la razón.

Sí, no nos tiene porqué dar lecciones de democracia nadie y menos los países que adolecen de ella mucho más que el nuestro. ¿Qué hace Alemania con sus Länders?, ¿Permite Inglaterra acaso la independencia de colonias que a estas alturas aún no están emancipadas, como las Malvinas?
Malo es para una nación tener enemigos fuera, mucho peor son los que están dentro y  peor todavía si con sus mentiras y cantos de sirena llegan a embaucar a tantos incautos.



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