"En tiempo de tribulación, no hacer mudanzas", dice la famosa frase atribuida a San Ignacio de Loyola, aunque parece ser que no empleo la palabra tribulación sino desolación. Al cuento que traigo la cita en esta ocasión, me da lo mismo la una que la otra porque tanto de tribulaciones como de desolaciones andamos bien en España. El próximo viernes 21 el Consejo de Ministros lo tienen en Barcelona. Es cierto que ya estaba programado de antes, pero dadas las circunstancias no creo que sea lo más aconsejable precisamente.
Con toda la que está cayendo en Cataluña se ha decidido desplazar de otras autonomías a más de 1000 profesionales de la policía y la guardia civil para la seguridad de los 17 ministros y su presidente amén de todo el entorno. Las dietas de esos profesionales son unos 80€ que apenas les da para el hotel, aparte de otros 150 que pueden recibir por 5 días, según informaciones periodísticas. Esta gente tiene unos descansos unos permisos, una familia que en este caso se pueden ver seriamente afectados porque los "señoritos" del gobierno no se quieren bajar del burro y celebrar el Consejo en Madrid en otro lugar gobernado por gente normal.
Hay quien dice que está bien que tienen derecho a celebrar la reunión del gabinete en cualquier parte del país, que desistir sería ceder a los rebeldes. Un gobierno que en multitud de cuestiones está dejando que aquellos campen a sus anchas, creo que en esta ocasión más que decir que habían claudicado sería todo lo contrario: se podría decir que no les daba la gana darles "motivos" para sus algaradas y sobre todo no influirían en la vida de esas 1000 personas que se van a mover por su culpa.
Es que además resulta que en Cataluña hay más 17.000 mozos de escuadra que son los que deberían cubrir la seguridad en aquella autonomía. ¿Para qué están o mejor para qué les pagamos? Pues no se sabe porque resulta que esta semana los CDR ponen a Cataluña patas arriba, cortan autopistas y carreteras y los mozos ni se dieron por enterados. Ya sabemos que la culpa no es de los profesionales sino de los mandos y más aún de los mandos políticos. Pues ahí era, una de las ocasiones donde este gobierno podría haber demostrado que vale para algo haciendo que todo kiski cumpla con sus obligaciones.
Para hacer más el ridículo ahora anda Sánchez pidiendo verse con Torra cuando vaya a Barcelona y el otro se hace el loco y no contesta. Que haga el ridículo Sánchez sería lo de menos lo que pasa es que es el Presidente del Gobierno de todos los españoles.
Mira que está este gobierno haciendo dejación de funciones. Anda que no tienen oportunidades para aclarar quien manda en España y en Cataluña: desde hacer que se cumpla la legalidad sobre la implantación del Castellano, hasta aplicar el 155, pero prefieren hacer la pamema e ir allí a dar la nota aunque fastidien a mucha gente y el nada honorable Torra siga como burro por trigal.
Diálogo de besugos. Imagen de ABC. |
Dicen los indepes: es que hay más de dos millones que quieren la independencia y algo habrá que hacer. Algo tendrán que hacer ellos porque es su problema, si no les gusta vivir en España que se vayan porque Cataluña es de todos los españoles y hay muchos más de dos millones que quieren que continúe siéndolo.
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