martes, 22 de marzo de 2022

Asteroides y guerras

Según la NASA, el próximo 6 de mayo el asteroide 2009 JF1 pasará cerca de la Tierra. Algunos medios de comunicación están creando alarma, ante la posibilidad de que este chocara con nuestro planeta. Según el Centro para el estudio de objetos cercanos a la Tierra -CNEOS- la posibilidad de impacto en la Tierra es de 0,00074%. Una posibilidad entre 140.000.  El 15 de febrero de 2013, un asteroide, de unos 20 metros, se desintegró sobre la ciudad rusa de Chliábinsk. La ruptura en la atmósfera provocó una onda sónica. Unas 1.600 personas sufrieron heridas de diversa consideración pero no hubo víctimas mortales. Los daños materiales fueron principalmente cristales rotos.

Sí, muy preocupados por el asteroide, gastando miles de millones de dólares/euros, para  enviar artilugios que eviten el choque y a la vez haciendo las mayores tropelías que producen daños muy superiores a los que en teoría produciría aquel, suponiendo que impactara aquí abajo. Guerras, ataques, peleas, atentados contra el prójimo... la mayoría de las veces por egoísmo, por querer acaparar lo que no nos pertenece.

A un país, a un tal Putin, se le cruzan los cables y dice que hay que atacar a Ucrania y adelante con ello. Y vengan días y días con muertes, destrucciones y sufrimientos sin límites. En las narraciones de Pio Baroja aparecen con frecuencia niños que sufren y malviven, sin embargo el gran escritor aseguraba que no le quedaba otra alternativa si quería describir la realidad para decir a continuación: "haría cualquier cosa antes de ver llorar a un niño". Ver llorar, sufrir a un niño por una guerra caprichosa e injusta es verdaderamente desgarrador para cualquier persona de bien. Pero en la guerra los misiles no distinguen: niños, ancianos, mujeres... todo se lo llevan por delante.

LVIV llora a los niños asesinados. Imagen de: eseuro.com

Por si todo lo que está ocurriendo fuera poco, Putin nos amenaza con misiles nucleares. Sabemos lo que supondría a estar alturas cuando las grandes potencias tienen ese material de destrucción, una confrontación nuclear; sería, como dicen en mi pueblo: el acabose. Vociferan los atacantes que hay que negociar. Atacan sin que nadie les haya provocado, porque sí y dicen ahora que hay que negociar. Es verdaderamente un cúmulo de bestialidades e insensateces. Un energúmeno atacando sin piedad y los UCRANIANOS con Zelenski a la cabeza, defendiendo como auténticos héroes su patria.

Cuando se impone la razón de la fuerza y no la fuerza de la razón, llegamos a estos casos. Situaciones aberrantes que solo se comprenden aceptando la idiotez congénita de la condición humana que quiere dominar los asteroides, el universo y no es capaz de arreglar su casa, la Tierra.  De acabar con tantas sangrías de guerras y situaciones kafkianas que horrorizan y amenazan nuestra existencia.

 

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