viernes, 13 de septiembre de 2024

Las lentejas de Diógenes y Esaú

La Biblia nos cuenta como Esaú vendio su primogenitura por un plato de lentejas. Venía con mucha hambre de un largo viaje y su hermano Jacob estaba comiendo las legumbres, no supo o no pudo aguantarse y le dió la primogenitura a cambio de comérselas él. Estaba el gran filósofo griego Diógenes al lado del tonel donde vivía, pasó un ministro del emperador y le dijo: ¡Ay Diógenes! si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas. Diógenes contesto: si tú aprendieras a comer lentejas, no tendrías que ser tan sumiso y adular tanto al emperador.

Parece que las lentejas ya eran un alimento importante en aquellos tiempos. La gente se sigue vendiendo por múltiples motivos. Cada cual es muy libre de venderse por lo que quiera, siempre que no implique a los demás. Tenemos un presidente del Gobierno que se vende por lo que haga falta, para seguir en el mando, lo malo  es que en sus ventas la transacción para conseguir sus fines, no son sus "bienes" particulares sino los derechos, libertades y bienes de todos los españoles. No pierde ocasión para traficar con lo que necesite: indultos, malversación, amnistía... Ahora está con lo del concierto catalán, cupo o como se quiera llamar.  Tiene a la ciudadanía tan habituada a los espasmos, que piensa Sánchez que tragará una vez más. Igual se confunde y es que no, porque la pela es la pela.

El dinero es muy importante pero, recordar a la oposición, que lo más intisocial y antidemocrático es que se pretenda que una autonomía recaude todos los impuestos y haga con ellos lo que le venga en gana. ¿Y eso por qué? ¿Acaso son más importantes, más guapos, o más tontos y necesitados que los demás? Pues no, son los votos que necesitan Sánchez e Illa para ostentar el poder. Es así de crudo y de claro. 

Sánchez por seguir  unos meses más, es capaz de vender la España que tantos siglos costó construir. Si continúa o viene detrás de él otro parecido, en una década... Qué se puede esperar de un personaje que dijo el sábado en el Comité Federal, que gobernaría con o sin el apoyo del poder legislativo. Esta frase en un país serio, sería más que suficiente para que se fuera. Pero ahí sigue rodeado de aduladores haciéndole la venia y diciendo si wana. Además son tan torpes que no cambian ni una palabra del argumento que les pasan. Los y las coristas del gobierno como cacatúas, cantan lo que les manda el jefe, tal cual.

Diógenes prefería las lentejas antes que arrastrarse y adular al emperador, esto y estas como no saben hacer otra cosa y están enseñados a la buena vida, se arrastran lo que haga falta. El hambre fue la causa de que Esaú vendiera su primogenitura, las ansias desmedidas de poder de Sánchez son el motivo por el que está hundiendo y vendiendo España. Este tipejo ya ha demostrado que no tiene limites.


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