lunes, 22 de octubre de 2012

A CONSUELO.

Compañera de trabajos,
compañera de alegrías,
y  también, también, a veces,
compañera de desdichas.

Si jubilarse es de júbilo
y júbilo es alegría,
está bien que te jubiles,
de un trabajo de rutina.

Ya que lo nuestro es pasar
como pasando va el viento,
día tras día sin parar
por los caminos del tiempo.

Pero no, no te jubilas,
de tu vida y tu familia,
que no, que no  te jubilas,
de compañeras y amigas.

La mano siempre tendida,
mucho es lo que nos has dado,
de esfuerzo y dedicación:
mucho nos has enseñado.

Queremos que sigas siendo,
importante en nuestras vidas.
No podemos ni queremos,
el olvido ni hoy, ni nunca.

Confiamos que los días,
nos ofrezcan tus visitas,
y también de vez en cuando,
saborear tus rosquillas.

Ahora tendrás más tiempo,
para ti y tu familia.
para pasear con Felix
y disfrutar de la vida.

¡Hay, Consuelo de alma!
¡Hay, compañera querida!,
sigue siendo  como eres,
leal, noble, sencilla.

Levantamos nuestras copas,
pues nada, lo dicho amiga.
muchas felicidades
que la vida te bendiga.


C. del Río

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