miércoles, 21 de agosto de 2013

Imaginación, recuerdos

Se dice que los que se van no mueren, que siguen viviendo mientras estén en el recuerdo de los  vivos.  Creo que no se trata de un dicho más o menos complaciente; es que es así. Los que seguimos recordando y viviendo en nuestro interior con las personas que nos han dejado y que eran parte importante de nuestras vidas lo sabemos muy bien.

Sí, tenemos unas facultades realmente fascinantes como son la imaginación y el recuerdo que nos permiten todo eso y mucho más: revivir el pasado, continuar con las personas que deseemos a nuestro lado, trasladarnos a cualquier lugar querido o antojado, imaginarnos la aventura más descabellada, trepidante  o complaciente, etc. Pienso que valoramos y explotamos poco estas facultades maravillosas que Dios nos ha dado.

Imaginemos lo que sería si a la hora del "adiós" nos borraran también a la persona que se va, de nuestra mente, de nuestra imaginación, de nuestros recuerdos. Sería una muerte treméndamente más dolorosa e inaceptable. Es una maravilla poderlas recordar y revivir.  Maravilloso es también que desde cualquier lugar físico nuestra mente nos pueda transportar a lo que le dicten nuestros deseos e ilusiones.

El alcalde de nuestro ayuntamiento, quizás pensando en todo esto, quiere hacer un álbum de fotos para legado, dice,  de generaciones venideras. El otro día se acercó hasta nuestro Palazuelo  para instarnos a colaborar en ello y como para dar ejemplo, nos hizo una, la que aquí cuelgo.

Es cierto, la vida es sobre todo presente,  una mariscada imaginaria no nos mata el hambre, pero no dudo que bueno será que además llevemos en las alforjas del alma muchos de esos recuerdos con imaginación e ilusión, porque nos harán el camino más completo, alegre y llevadero.

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