miércoles, 17 de diciembre de 2014

Vuelve a casa por Navidad

En las navidades de 1980 empezó a emitirse por TVE el anuncio de turrones El Almendro: Vuelve a  casa por Navidad.  Un mensaje emotivo y directo, una música melancólica y pegadiza, unas imágenes de encuentros, de amor, de familia;  hicieron que se convirtiera en uno de los  más o puede que el más popular de aquellos tiempos a la vez que el lema principal seguía como latiguillo  para emplearle en cualquier época del año. El spot ha seguido emitiéndose hasta nuestros días, aunque modificado  en  diversas ocasiones pero,  en lo esencial sigue igual.

Muchos años con el mismo mensaje. Aquellos primeros de los 80 cómo me deleitaba oyéndole: mis permisos de la mili, las vacaciones, solo me traía recuerdos bonitos de alegres reencuentros empaquetados  con la ilusión de la Navidad.  Los tiempos iban pasando,  seres queridos, entrañables  que  se habían ido, para no volver,  pero el anuncio sí que volvía y ya no era alegría lo que me producía sino una profunda tristeza, envuelta con miradas perdidas entre los que sí estábamos en casa recordando más la "ausencia"  aquellos días.

¡Maldita sea!  Es  que no se dan cuenta de que este anuncio a muchos nos hace daño, si pudiera le borraría ahora mismo, me decía. El tiempo iba cicatrizando poco a poco, convirtiendo el dolor al escucharlo en serenidad  y  resignación, incluso con algún destello de alegría al recordar de los que ya no estaban  cosas bonitas y queridas.

Y sigue dando vueltas la noria de la vida, sigue el Turrón el Almendro, el Vuelve a casa por Navidad también, también ausencias desgarradoras que van llegando o llegarán. Esto ya sabemos bien de qué  va, aquí no  vamos a quedar. Pero hoy pienso que estaba equivocado, que nos quedan sus obras, su entrega, su ejemplo. Que siguen con nosotros porque formaron y forman parte importante de nuestra vida. Así que no pienso bajar la mirada ni ponerme triste, ni resignarme,  cuando vea el anuncio. Claro que me acordaré, pero será para alegrarme de haber tenido la fortuna de vivir a su lado, por todo lo bueno que me dieron,  para compartir sabores de vida y de sensaciones, para decirles de nuevo que algún día estaré con ellos.

Dedicado especialmente a mi amigo Miguel  que perdió su madre hace un par de semanas.



Begoña: Mercería y lencería. Atención y precio a su servicio.
En el cruce de la C/. Serna con  C/.San Pedro.


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jueves, 11 de diciembre de 2014

Postales de Navidad

Roberto Carlos, magnifico cantautor  con cientos de millones de discos vendidos y  canciones que están entre las más escuchadas de todos los tiempos,  como Un millón de amigos, Un gato en la oscuridad...  en su tema "Amantes a la antigua"  se explaya  así: "Yo soy de esos amantes a la antigua, que suelen todavía mandar flores, de aquellos que en el pecho aún cobijan, recuerdos de románticos  amores".  Hoy me ha venido al recuerdo mientras me dedicaba a escribir tarjetas para felicitar las navidades  porque en los tiempos que corren probablemente: yo soy de esos amigos a la antigua que suelen cada año mandar postales.

Con los whatsapp, e-mail y demás adelantos que las nuevas tecnologías  nos han traído lo de enviar mensajes  por el correo ordinario de siempre  para la mayoría se ha convertido en una antigualla, y por ello unos antiguos los que todavía lo seguimos usando. Es bueno el progreso, cómo voy a estar en contra de los adelantos. Es fenomenal poder mandar  mensajes en tiempo real, es muy bueno estar siempre en contacto con las personas que te importan.
 
Respetando la opinión,  seguramente  de la mayoría,  que puede que no piense igual, estimo de todas  formas que hay casos y momentos en que la tarjeta de papel de siempre, mandada por el correo de toda la vida, puede y debe seguir ahí como una opción más. No es igual un mensaje electrónico que  la clásica postal.  En la  postal aparece la letra que con cariño ha puesto  el remitente,  te la acerca el cartero te la trae calentita, si eres de pueblo en muchas ocasiones te la dará a la mano, la puedes mirar, tocar.  La pones en un lugar preeminente para que todo mundo la pueda ver. La postal de papel exige más tiempo para elaborarla y mandarla,  más tiempo que dedicas  a la persona que  va destinada.   El envoltorio del correo electrónico es frío e impersonal con unas letras de molde, aunque bien es cierto que el mensaje es lo que más cuenta pero… no es lo mismo.   

Servidor antes solía mandar postales a todos lo que me correspondían enviándome las suyas, ahora sin embargo, envío muchas más, también a algunos que sé que la suya no me llegará, pero me da lo mismo porque estos últimos,  que suelen ser  los menos "preparados" y más humildes; precisamente sé que son de los que con más ilusión reciben mi felicitación.     
Así que tampoco me importa que me puedan llamar retrógrado, en casos especiales como lo es la Navidad seguiré mandando  postales, postales de papel,  de cartero, de tocar,  porque yo soy de esas personas a la antigua que suelen cada año mandar muchas postales.

                 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Meterse en política

Cuentan que un día un periodista, Rodríguez Royo, fue a quejarse a Franco porque el régimen le trataba mal. Después de haber oído sus quejas Franco le dijo: "Haga usted como yo, no se meta en política."

He pensado alguna vez que aquí hablo más de la cuenta de política, que juzgo y critico demasiado a las gentes de ese mundo. Otras, sin embargo, me parece que soy demasiado magnánimo con ellos en mi afán de procurar un mínimo respeto para todos. Es verdad entras en cualquier bar, en cualquier tertulia y se habla de política, de fútbol o del cotilleo.

Lo de los famosos me aburre porque además es que no me interesa. Me resbala si fulanito estuvo en la boda de aquel otro famosete, si se divorcia, si se vuelve a juntar, además es que el entorno en que se mueven suele ser tan fangoso,  tan poco educado que casi me  da asco. El fútbol, salvo algunos partidos de los grandes o de los de mi entorno personal, tampoco me apasiona mucho, a pesar de que familiarmente estoy rodeado de "forofos", por lo que aunque hay otros temas mucho más importantes para hablar, de los de barra de bar; me queda la política como tema principal para poder opinar.

Sobre todo, porque pienso que la política nos debe interesar a todos, todos tenemos la obligación de saber a quién votamos, para después poder exigir que hacen con la confianza que hemos depositado, cómo distribuyen todo lo que dejamos en sus manos, para que redunde lo mejor posible en nuestras vidas. Es que entre pitos y flautas: impuestos directos, indirectos, tasas, contribuciones…,  en muchos casos a un trabajador con un sueldo un poco decente, casi la mitad de sus ingresos se los lleva el fisco. ¡Como para no preocuparse!  

No nos afecta, en absoluto, si Isabel Pantoja se lo pasa mejor o peor en la cárcel, tampoco creo que nos repercuta demasiado, al menos a los no hinchas,  si gana la liga el Real Madrid, el Barcelona o cualquier otro. Sin embargo nos afecta a todos y mucho, que nuestros políticos, nuestros gobernantes, sean competentes o al menos honestos, porque en ello nos jugamos nuestra sanidad, la educación de nuestros hijos, las pensiones, nuestras obras públicas, en fin mucho de nuestro futuro bienestar.

Renunciando aquel consejo de Franco, que por supuesto él no se aplicaba; lo mejor será que sí nos metamos en política, al menos lo suficiente para controlar un poco a los que tienen la responsabilidad de administrar el erario público y  para que sabiendo cómo actúa cada uno; a la hora de ir a las urnas, que están a la vuelta de este año, tengamos ideas  lo más claras posibles de qué confianza nos ofrece cada cual y así votar con todas las consecuencias, con los ojos "bien abiertos".



lunes, 1 de diciembre de 2014

Una cosa es predicar y otra dar trigo

Hace años asistí a una charla, una especie de cursillo acelerado para ser vendedor. El  secretario general de la compañía, que era el encargado de enseñarnos el oficio a los aspirantes nos auguraba emolumentos bastantes sustanciosos e importantes si  éramos competentes en el tema.  Puede que al  hablar de lo que podíamos ganar nos viera con cara de incrédulos por lo que dijo: mirad somos una empresa, tenemos nuestra fábrica,  no tenemos ningún problema para fabricar, el problema lo tenemos en vender la mercancía, por eso no os extrañe que los vendedores sean nuestro pilar básico y ganen más que nadie.

España está llena de charlatanes de la política, vendedores de humo que aseguran bienes  y mejoras de todo tipo. Todos quieren vendernos la burra, nos ofrecen si les votamos un país casi paradisíaco. Subirán los sueldos, las pensiones, trabajaremos menos horas, menos años para jubilarnos, tendremos más servicios sociales, todos  tendrán su vivienda, su trabajo…  Pero mire a pesar de su presunta buena   voluntad  les veo un "problemilla": para repartir hay que tener qué. 

En estos momentos estamos con la deuda al  cuello. El 100% del PIB, más de un billón de euros deben en conjunto las administraciones públicas del estado. Si es que gastar sabe el más tonto, el problema es saber crear riqueza para después redistribuirla.  Pues  todos estos salva patrias parece que saben muy bien gastar pero  no veo  que digan de donde va a salir para tanto. La única  "originalidad" es lo de siempre: subir los impuestos a los ricos. Todos estamos de acuerdo en que los ricos paguen más, pero cuidado que estamos en Europa y a no ser que pretendan quitar la propiedad privada y convertirnos en un país pseudocomunista, con lo que saldríamos de la UE;  a los ricos, por desgracia, se les puede apretar hasta un punto porque a partir de ahí muchos pueden cerrar el chiringo o irse a otro país. Se necesita mucho más para llenar las arcas de hacienda.

A ver quién es el que no quiere que haya  mayores pensiones, mejores sueldos, que no haya paro, una renta mínima para todos…

Pero si algunos de estos telepredicadores resulta que han creado empresas que facturaron cientos de miles de euros sin un solo trabajador.  Si es que  hacían empresas,  decían que sin ánimo de lucro, para no pagar a hacienda. Si pagaban a sus trabajadores con sobres, en dinero negro. Y estos son los que vienen presumiendo de honradez y que van a  hacer maravillas si gobiernan. ¡Por favor!

¡Quien nos va financiar lo que debemos y aún necesitamos si los que nos prestan no tienen segura la devolución de la deuda! No tardaríamos ni medio año en hacer crack. Aquella empresa pagaba mucho a sus comerciales porque fabricaba su producto sin problemas y lo difícil era vender todo el stock. En este país, llamado España, ocurre los contrario: lo difícil, lo necesario es crear riqueza que buena voluntad para distribuirla la puede tener cualquiera.