lunes, 1 de diciembre de 2014

Una cosa es predicar y otra dar trigo

Hace años asistí a una charla, una especie de cursillo acelerado para ser vendedor. El  secretario general de la compañía, que era el encargado de enseñarnos el oficio a los aspirantes nos auguraba emolumentos bastantes sustanciosos e importantes si  éramos competentes en el tema.  Puede que al  hablar de lo que podíamos ganar nos viera con cara de incrédulos por lo que dijo: mirad somos una empresa, tenemos nuestra fábrica,  no tenemos ningún problema para fabricar, el problema lo tenemos en vender la mercancía, por eso no os extrañe que los vendedores sean nuestro pilar básico y ganen más que nadie.

España está llena de charlatanes de la política, vendedores de humo que aseguran bienes  y mejoras de todo tipo. Todos quieren vendernos la burra, nos ofrecen si les votamos un país casi paradisíaco. Subirán los sueldos, las pensiones, trabajaremos menos horas, menos años para jubilarnos, tendremos más servicios sociales, todos  tendrán su vivienda, su trabajo…  Pero mire a pesar de su presunta buena   voluntad  les veo un "problemilla": para repartir hay que tener qué. 

En estos momentos estamos con la deuda al  cuello. El 100% del PIB, más de un billón de euros deben en conjunto las administraciones públicas del estado. Si es que gastar sabe el más tonto, el problema es saber crear riqueza para después redistribuirla.  Pues  todos estos salva patrias parece que saben muy bien gastar pero  no veo  que digan de donde va a salir para tanto. La única  "originalidad" es lo de siempre: subir los impuestos a los ricos. Todos estamos de acuerdo en que los ricos paguen más, pero cuidado que estamos en Europa y a no ser que pretendan quitar la propiedad privada y convertirnos en un país pseudocomunista, con lo que saldríamos de la UE;  a los ricos, por desgracia, se les puede apretar hasta un punto porque a partir de ahí muchos pueden cerrar el chiringo o irse a otro país. Se necesita mucho más para llenar las arcas de hacienda.

A ver quién es el que no quiere que haya  mayores pensiones, mejores sueldos, que no haya paro, una renta mínima para todos…

Pero si algunos de estos telepredicadores resulta que han creado empresas que facturaron cientos de miles de euros sin un solo trabajador.  Si es que  hacían empresas,  decían que sin ánimo de lucro, para no pagar a hacienda. Si pagaban a sus trabajadores con sobres, en dinero negro. Y estos son los que vienen presumiendo de honradez y que van a  hacer maravillas si gobiernan. ¡Por favor!

¡Quien nos va financiar lo que debemos y aún necesitamos si los que nos prestan no tienen segura la devolución de la deuda! No tardaríamos ni medio año en hacer crack. Aquella empresa pagaba mucho a sus comerciales porque fabricaba su producto sin problemas y lo difícil era vender todo el stock. En este país, llamado España, ocurre los contrario: lo difícil, lo necesario es crear riqueza que buena voluntad para distribuirla la puede tener cualquiera.




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