Cuentan que un
día un periodista, Rodríguez Royo, fue a quejarse a Franco porque el régimen le
trataba mal. Después de haber oído sus quejas Franco le dijo: "Haga usted
como yo, no se meta en política."
He pensado
alguna vez que aquí hablo más de la cuenta de política, que juzgo y critico
demasiado a las gentes de ese mundo. Otras, sin embargo, me parece que soy
demasiado magnánimo con ellos en mi afán de procurar un mínimo respeto para
todos. Es verdad entras en cualquier bar, en cualquier tertulia y se habla de
política, de fútbol o del cotilleo.
Lo de los
famosos me aburre porque además es que no me interesa. Me resbala si fulanito
estuvo en la boda de aquel otro famosete, si se divorcia, si se vuelve a juntar,
además es que el entorno en que se mueven suele ser tan fangoso, tan poco
educado que casi me da asco. El fútbol, salvo algunos partidos de los
grandes o de los de mi entorno personal, tampoco me apasiona mucho, a pesar de
que familiarmente estoy rodeado de "forofos", por lo que aunque hay
otros temas mucho más importantes para hablar, de los de barra de bar; me
queda la política como tema principal para poder opinar.
Sobre todo,
porque pienso que la política nos debe interesar a todos, todos tenemos la
obligación de saber a quién votamos, para después poder exigir que hacen con la
confianza que hemos depositado, cómo distribuyen todo lo que dejamos en sus
manos, para que redunde lo mejor posible en nuestras vidas. Es que entre pitos
y flautas: impuestos directos, indirectos, tasas, contribuciones…, en
muchos casos a un trabajador con un sueldo un poco decente, casi la mitad de
sus ingresos se los lleva el fisco. ¡Como para no preocuparse!
No nos afecta, en absoluto, si
Isabel Pantoja se lo pasa mejor o peor en la cárcel, tampoco creo que nos
repercuta demasiado, al menos a los no hinchas, si gana la liga el Real
Madrid, el Barcelona o cualquier otro. Sin embargo nos afecta a todos y mucho,
que nuestros políticos, nuestros gobernantes, sean competentes o al menos
honestos, porque en ello nos jugamos nuestra sanidad, la educación de nuestros
hijos, las pensiones, nuestras obras públicas, en fin mucho de nuestro
futuro bienestar.
Renunciando
aquel consejo de Franco, que por supuesto él no se aplicaba; lo mejor será que
sí nos metamos en política, al menos lo suficiente para controlar un poco a los
que tienen la responsabilidad de administrar el erario público y para que
sabiendo cómo actúa cada uno; a la hora de ir a las urnas, que están a la
vuelta de este año, tengamos ideas lo más claras posibles de qué
confianza nos ofrece cada cual y así votar con todas las consecuencias, con los ojos "bien abiertos".
Mientras existió la Unión Soviética ¿recordáis qué carantoñas les hacían a los trabajadores los políticos, empresarios, tirios y troyanos (demócratas todos de toda la vida por supuesto); y cómo colaboraron a crear un llamado "Estado del Bienestar", y que éste funcionó hasta que ....cayó el muro de Berlín?.Ese Bienestar fué posible, funcionaba, y de pronto ¡¡¡Bruummmmm! se fué a hacer puñetas: ¡inviable!, ¡imposible!, ¡anatema!. ¿Se pudo o no?. ¿Se puede o no?. ¿Les creéis cuando pontifican que hay que ahorcarse con el cinturón?. ¿Por qué Podemos produce terror en ellos?. ¡¡Pues metámosles mas miedo en el cuerpo con Podemos!!. ¿O creéis mejor para nosotros acojonarnos con Podemos?
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