jueves, 3 de marzo de 2016

A ver cuando se quieren poner de acuerdo sus señorías

Ellos en el fondo parece que se quieren
Pasó el debate de investidura  y seguimos,  no igual que estábamos sino peor porque los enfrentamientos y malos modos han puesto a sus señorías todavía más enconados unos con otros y más difícil es que lleguen a acuerdos. Si los votantes actuáramos como los señores diputados  estaríamos lanzándonos mamporros dialécticos igual que se tiran  tomates en la fiesta de la tomatina, pero no es así. Cada uno tenemos nuestras ideas y prioridades pero ello no obsta para que el respeto y el afecto esté presente por más que las posiciones políticas puedan ser contrapuestas.

Más de 70 días hace que elegimos a los "padres de la patria"  para que formaran gobierno y trabajaran por sacar a España adelante. Sí, para eso les votamos,  pero  parece  que para ellos esto es secundario, lo importante es ver de qué manera pillan poltrona y poder aunque tengan que mentir y sacar a pasear la historia y los muertos de hace décadas. Tienen detrás millones de votos y se dedican como si fueran colegiales a enfurruñarse o contentarse según la conveniencia. Cuando así se portan es que no respetan a tantos como les han votado y no se merecen estar en un lugar tan importante representando a nadie.

Eso sí, autobombo que no falte: valentía, coraje, y arrojo fueron las palabras más manoseadas ayer en el debate, para atribuirse tanto méritos propios, como los del asociado de turno. Pero de qué van, si solo  pedimos que trabajen para hacer las leyes y formar el gobierno, no les mandamos a ninguna guerra, solo que sentaditos lleguen a acuerdos para  que el país funcione. No necesitamos ni queremos héroes solo que cumplan  y que se dedique a hacer aquello para lo que les votamos.

Y mientras tantos los separatistas siguen en sus andadas, los extranjeros retiran,  según dice el diario  El Mundo, 900  millones diarios de sus inversiones en España, miles de millones que van saliendo para depositarlos en cuentas extranjeras porque este país ha dejado de inspirar confianza y seguridad. Cómo se puede confiar en quien en vez de trabajar unidos están  a la gresca continuamente sin ser capaces de entenderse,  de formar un gobierno. Tenemos unos diputados tan valientes y generosos que viendo que este barco se hunde ellos siguen mirándose al ombligo, revolviendo en el pasado, mostrando unos rostros de cemento armado.

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