Estábamos cuidando la vecera en el valle el tío Pedro con Santos y yo que éramos unos guajes en plena adolescencia. La pradera tenía un tope con muchos árboles donde era más fácil controlar las vacas y se podía uno disipar un poco. En uno de esos árboles había un nido de aguilucho al que yo ya había subido y comprobado que tenía dos huevos. Se lo comenté a Santos y este pensó en la conveniencia de subir a ver si habían salido ya los polluelos así que se puso a trepar, me desvié un poco para controlar el ganado y ya cuando volvía advertí que el compañero se removía entre unos inmensos zarzales que había debajo del nido. Al fin apareció, pero como un bendito Cristo. Se había caído del chopo, menos mal que los ganchos en la bajada y caer sobre las zarzas habían propiciado el aterrizaje. Comprobé que aunque lleno de rasguños y sangre por todas partes, estaba bien. Debía al menos ir a casa a curase las heridas. Fuimos a contar al tío Pedro lo que había sucedido. — ¡Coño, coño de chico, no era menester! —Fue lo primero que nos dijo.
No había pasado nada, Santos se lo tomó muy bien, presumía de sus hematomas con todos, sobre todo con las chicas enseñando la espalda a la vez que con cachondeo repetía la reprimenda del tío Pedro de que no era "menester". Por entonces no sabíamos ni lo que significaba la tal palabra pero aprendimos muy bien lo que quería decir y con frecuencia nos servía y aún hoy nos sirve para dar a casos y situaciones un poco de guasa.
Asistimos ahora a la configuración de un nuevo gobierno. Casi todos los partidos políticos, aseguran que es menester que se forme para no tener que volver a hacer unas nuevas elecciones. Otra cosa es que dadas las circunstancias necesarias para nombrar un nuevo Presidente, estén dispuestos a facilitar su investidura. La mayoría dicen que nones. Los que realmente interesan, una vez descartados los populistas excéntricos de Podemos, son Ciudadanos y el PSOE. Rivera parece que ayer le dijo a Rajoy que votarían en blanco. Hoy, a estas horas, se estará viendo Mariano con Sánchez y la cosa como que está que los socialistas votarán en contra.
Argumentan los del PSOE que Rajoy no se abstuvo cuando Sánchez quiso ser Presidente y por tanto que no se sorprenda ni se queje de que ellos ahora hagan lo mismo porque se trata de una situación similar. Lo que olvidan es que ellos tenían 90 diputados y el PP 125, que nunca les dieron opción a negociar ni pactar nada, que en su programa se planteaban derogar todas las reformas que los populares han llevado a cabo en los últimos años. Sufren de amnesia o no quieren reconocer y saber que ahora Rajoy ha sacado 137 escaños y ellos 85, que les ofrece la posibilidad de negociar para llegar a acuerdos sobre los temas más importantes, pero nada ellos se siguen haciendo los sufridos.
Se necesita un gobierno, no "en funciones" sino "que funcione |
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