martes, 7 de febrero de 2017

Mentirosos y cobardes

Parece que el banquillo no les sienta mal. Imagen periódico ABC.

Artur Mas en el centro, flanqueado por su ex vicepresidenta Joana Ortega y la exconsejera Irene Rigau. Los tres  haciendo el camino desde el palacio de la Generalitat hasta el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, detrás un una tropelía de gente adscritos al independentismo. Lo estaba viendo en la tele y me  recordaba alguna película del oeste cuando el matón avanza por la calle  hacia el saloón rodeado de sus compinches y seguidos de una nube de gentes que salen de sus casas a ver qué pasa.

De aquesta guisa se presentaron los tres ante el Tribunal para ser juzgados por celebrarse el referéndum irregular del 9 N 2014,  en contra de lo que el Tribunal Constitucional les había indicado. Eso sí con  media hora de retraso tras su paseo triunfal. A Mas se le bajaron los humos sobre todo cuando el Presidente del Tribunal le recordó que estaba como acusado y no como expresidente de la Generalitat. Dijo que era el responsable de todo porque las directrices habían partido de su gobierno y a la vez también dijo que todo había sido cosa de 42.000 voluntarios sin órdenes expresas.

También intentó disculparse con lo clásico de yo pensaba, yo creía, yo no sabía, cuando dijo que desconocía que fuera ilegal y que no sabía de las consecuencias ni del alcance de los hechos porque no los había advertido en su  comunicado el Tribunal Constitucional. Quiere  hacerse el valiente argumentando por una parte que es responsable para a renglón seguido pasar a ser un  cobarde que intenta  justificarse  con los más absurdos razonamientos.  No está bien que habiendo sido tan alta jerarquía no sepa aquello de que la ignorancia de las leyes no justifica su incumplimiento. Debería también saber que  "yo pensaba, yo creía"  son hijos de doña ignorancia y de don tiempo perdido.

El fiscal pide 10 y 9 años  respectivamente de inhabilitación para Mas y  sus adláteres. Los tres dicen que si son condenados acudirán a los tribunales europeos como el de Estrasburgo.  La acusación popular también había pedido que fueran juzgados por prevaricación y malversación cuyos delitos podrían llevar a  penas de cárcel pero el Tribunal lo desestimo y se juzga  solo por desobediencia al TC, lo que conlleva solo penas de inhabilitación. Pero si  piensan ser un estado independiente muy pronto, digo yo que les debería dar de lado que les inhabiliten.

Hoy declaró en el juicio un inspector para volver a ratificar las mentiras de los acusados que dijeron que no habían mandado ni obligado a nadie que abrieran colegios o institutos, este aseguró que la  directora de los Servicios Territoriales de Enseñanza, Montserrat Llobet,  les obligó de palabra cuando ellos querían que lo hiciese por escrito.
Así que nada más entrar en el saloon-juzgado se encontraron con el sheriff-juez con el revolver de la ley en la mano y varios artículos que habían infringido en la recámara y se arrugaron. Al final resulta que son mentirosos y unos pobres cobardes. Al final puede que su afán independentista sea  para campar a sus anchas en pro de seguir haciendo de las suyas con sus mordidas y sus 3%  enriqueciéndose a costa de todos los españoles, entre los que también se encuentran las mayoría de los catalanes que son honrados. 

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