jueves, 23 de febrero de 2017

El amor, la amistad, la solidaridad: no son materiales de mercadeo

Todos hemos oído alguna vez ese razonamiento tan "lúcido" del que dice: yo no voy al entierro de fulanito porque fulanito tampoco va a ir al mío. Estos días están pasando por las televisiones un anuncio donde se indica  que hay que tratar y dar de comer muy bien a nuestros niños porque son los que pagarán nuestras pensiones el día de mañana.  Ya se sabe que la publicidad lo que pretende es vender la burra como sea aunque no se tenga en pie y por ello diremos que tiende a la mentira cuando  tergiversa y exagera. Creo que en este caso saca conclusiones que aunque tengan alguna pizca de cierto no dejan de ser engañosas y mezquinas.
Imagen de: Daramorweb.com2
Es cierto que en España el pago de las pensiones está basado en un sistema de reparto, lo que implica que los trabajadores de ahora pagan con sus cuotas las pensiones de hoy, igual que los futuros trabajadores, ahora niños, chavales; cotizarán las del mañana. De esto deducir en un anuncio que hay que tratarles bien porque van a pagar nuestras pensiones es bastante simple y egoísta. yo no me imagino a los padres cuando lo dan todo por sus hijos que lo hacen pensando en su jubilación. Son palabras tan importantes para la condición humana como amor, dedicación, entrega, cariño; las que hacen que se ponga todo el empeño, el esfuerzo, el trabajo, la dedicación en dar la mejor alimentación, educación y porvenir a los hijos. 

Si aplicamos la misma argumentación habría que decir que a los amigos y  a las personas en general hay que hacerles los favores que podemos cobrar, recuperar. Convertiríamos algo tan grande como la amistad en simple mercantilismo, algo tan humano como la solidaridad en vulgar comercio. En muchos casos ni solidaridad ni nada porque poco puede compensar el que nada tiene,  así que nada de ayudarle. 

Vivimos en un mundo bastante, por no decir muy; egoísta. Continuamente nos estamos apuntando derechos y muchas menos nos acordamos de las obligaciones. Ya no quiero ni pensar lo que pueden pensar esos que tiran adelante por sus hijos con deficiencias físicas o mentales, con más cariño si cabe que si fueran normales: ese argumento de las pensiones les debe parecer bastante  sarcástico y fuera de lugar.

Creo que mejor decir que  cuidamos a nuestros hijos lo mejor que podemos, porque les queremos, ayudamos a los demás porque es de humanos hacerlo, Nos atenderán y pagarán nuestras pensiones porque saben de amor y nos lo merecemos, otros nos ayudarán si llegara el caso porque saben de solidaridad. Todo esto lo saben mejor que nadie muchas culturas antiguas y orientales donde el anciano es casi venerado, el amigo idolatrado, pero en nuestra adelantada Europa aunque parezca increíble aún se dan casos de gente que lleva a sus abuelos al hospital para poder ir de vacaciones y muchas veces el signo de progreso se asocia a mayor número de residencias de ancianos.

Deberían tener un poco más de cuidado con la publicidad por mucho que sepamos que al pie de la letra no se puede tomar. Si razonamos como aquel señor que no asistía a ningún entierro evidentemente no pagaran nuestras pensiones. Si actuamos como personas de bien: si pueden... seguro que lo harán.


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