viernes, 7 de junio de 2019

Palabras válidas y palabras baldías

En algún sitio he leído que en una tribu africana llegaron a un pacto con la muerte. El trato consistía en que la muerte aparecería por su población solo una vez ya finalizando cada año, si bien quedaban advertidos que no valían excusas ni apaños aparte. Aquel año entre los que iban a ser recogidos por la señora de la guadaña se encontraba el Jefe de la tribu. Era un joven guerrero valiente, que hacía poco que había tomado el mando, también muy poco que se había casado y tenido un hijo. Cuando se anunció su nombre muchos pusieron cara de espanto y enseguida pretendieron lanzar protestas pero el Jefe dio un paso al frente e intentó calmarlos con cuatro frases para al final concluir: soy el primero que tengo que cumplir lo tratado de no ser así muy mal ejemplo daría.

Son las fechas: pactos por acá y por allá, pactos necesarios y buenos si se hacen bien, hay que formar gobiernos en todos los planos de la vida pública, donde en los últimos meses ha habido elecciones. Lo que interesa ahora, en muchos casos, es tocar poder como sea: te votan estos diputados nuestros para que mandes aquí a cambio de que los tuyos  nos arropen para mandar en el otro lado, una concejalía de obras a cambió de dos votos para yo ser alcalde. ¡Quién da más! Sí es la subasta del poder por el poder, no del quien lo puede hacer mejor y así nos va.  

La mayoría  con un egocentrismo elevado se atribuyen como los únicos buenos para llevar a efecto un gobierno eficaz en el ámbito que fuere. Ahí tenemos el primer ejemplo:  Sánchez con 123 diputados dice que es el único que puede gobernar y además advierte al PP y Ciudadanos que deberían apoyar, al menos con el voto en blanco, su candidatura. Pues sí, él que cuando Mariano Rajoy había sacado lo mismo, 123 escaños, le reiteraba una y otra vez: "no es no" y que hasta que no le echaron los suyos y los socialistas se abstuvieron, Rajoy no pudo ser Presidente, ahora mira lo que dice y no, no se corta ni un pelo. Yo tampoco me asombro después de las incongruencias y chorradas que se le vienen ocurriendo.

Pongamos otro ejemplo de palabras baldías: Carmen Calvo, Vicepresidenta, la señorita rottenmeier 2 (la 1 es la Celaá). Parece que Torra ha pedido a Sánchez que le reciba para hablar de los presos. Preguntan a esta señora si se producirá ese encuentro y contesta como ofendida: de ninguna manera los socialista somos los primeros en proteger el orden constitucional, la unidad de la nación española, bla, bla, bla. Pero: ¿No recibió ya Sánchez a Torra con el lazo amarillo y le sacó a pasear por los jardines de Moncloa? ¿Con quién sacaron la Moción de Censura sino con Separatistas y Bildu?  ¿Y los 21 puntos que según ella misma anunció se iban a negociar con Torra en presencia de una relator? Por lo menos podía poner cara de tonta pero es que encima pretende parecer la ejemplar.
Publicado en: magnet.xataka.com

Unos, como aquel jefe de tribu, son capaces de dar lo que sea, hasta la vida por la palabra, otros utilizan  las palabras como pañuelos de usar y tirar, se llenan de palabras huecas y venden la burra que haga falta en cada ocasión con tal de obtener beneficio.


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