Más de una vez hemos pensado que las cacicadas del gobierno no podían ir a más. Imposible. Pues no, esto es un pozo sin fondo o mejor dicho, una corrupción sin límites. ¡Quién podía pensar que los ministros tendrían que esperar dos horas en una sala mientras el de las bolañadas y la cacatúa Montero negociaban con un delincuente prófugo de la justicia, mejor dicho les decía lo que tenían que aprobar en el Consejo de Ministros. ¿Se puede caer más bajo? Claro que se puede. Ya nada me asombra de semejantes sinvergüenzas.
Hoy en el diario The Objectibe, Cebrian que fue director muchos años de El País: "El Ejecutivo es todo un simbolismo de degradación democrática, un equipo Frankenstein mezcla de monstruos y payasos". Son cada vez más las personas influyentes que se están quitando la careta y ponen calificativos parecidos a todo el "equipo" por más que siga habiendo muchos que continúan con sus peloteos y mentiras, defendiendo la ilegalidad y la trampa desde la Sexta, La SER, TVE y demás panfletos digitales. Si es que hasta en la cara se les nota. No sé que será más acertado decir: que vivimos en el país de la tontocracia o en el de la delincracia. Me temo que las dos denominaciones son perfectamente justificables.
Un país donde el Fiscal General del Estado que está imputado, va a declarar ante el juez y solo contesta a las preguntas preparadas de su abogado. Cómo se puede admitir que el que por su puesto debería ser el primer garante de la justicia tenga la desvergüenza de obstaculizarla no contestando al juez. Un juez de instrucción que lo único que pretende es la aclaración de los hechos. Un Fiscal General que fue nombrado de mala manera, con actitudes discutibles en muchas de sus actuaciones. No contesta porque como buen Sanchista se cree superior a los demás y su chulería, no puede admitir que se le pidan explicaciones. Pero mientras haya jueces, no lo tenemos todo perdido.
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Mansión de Puigdemont en waterloo. Imagen de El Debate..es |
Sabíamos todos que lo de las pensiones iba a ser sí o sí, dijeran lo que dijeran estos trileros. Sale, entre otras cosas, porque se juegan ahí muchos votos. Por eso no se entiende que ahora Feijóo diga que va a votar a favor del nuevo decreto. Se quejan de que les llamen mari-complejines pero con actitudes como esta es lo que demuestran cada día. Decía el ministro zampabollos Oscar López a Alsina en Onda Cero que era imposible que la cortes recabaran una Cuestión de Confianza a Sánchez. Es inconstitucional, aseguraba. Lo exigió el turista de Waterloo y cómo no, hecho.
Partido a partido, sudamos la camiseta; decía el presunto delincuente de la Moncloa. Pero; son partidos fraudulentos y amañados, con camisetas llenas de corrupción e ignominia. Bueno, puede que alguna vez nos equivoquemos y en vez de ir a peor se caiga todo este tinglado como un castillo de naipes y podamos empezar de nuevo.
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