Egoísmo inteligente es procurar que los demás estén
bien para uno estar mejor, dijo alguien.
Siempre me pareció una muy buena persona
el anterior presidente de Caja
España, señor Llamas Gil. El hecho de
presidir y colaborar en la Fundación Carriegos, organización que posee la cruz
de oro de la orden civil de la solidaridad social porque busca mejorar la calidad de vida de los discapacitados con diversas actividades como la monta a
caballo, me parece que es un punto incuestionable de la buena voluntad y buen
hacer de este señor.
La Audiencia Nacional ha llamado
a declarar a los expresidentes de Caja España y Caja Duero, por la emisión de
participaciones preferentes y deuda subordinada de dichas entidades entre los
años 2003 y 2009 por lo que ambos están siendo investigados. En la prensa de hoy encuentro que el
expresidente Llamas dijo al juez que lo habían hecho para competir con otros bancos y porque se lo
pedían los clientes.
Después de lo dicho no quisiera
molestar, pero decir que las pedían los
clientes me parece una mentira por no decir un sarcasmo así como una falta
total de respeto a dichos clientes. Al menos en lo que conozco y de familiares y
amigos, si uno tenía ahorrados dos euros y en un determinado momento sugería a la entidad un plazo o cualquiera otra forma para rentabilizar un poquito ese ahorro, el
chaparrón dialéctico del empleado de turno
era monumental para intentar desviar esos ahorros hacía esas preferentes
o subordinadas.
Que si mucha rentabilidad, que si las podían vender cuando
quisieran… Bueno la verdad es que el inocente ahorrador casi que al final tenía que enfadarse si quería que no se las
empaquetaran. Con lo que no eran sus conocimientos sino su desconfianza la que le podía salvar.
Sin entrar en drama que para muchos ha supuesto la compra de preferentes en toda España, me imagino la cara, que puede
poner la persona a la que vendieron esos
valores con coacción metiéndoselos por
los ojos y que tanto le está costando ahora
recuperar la pasta cuando le dijeron que
lo podría recuperar cuando quisiera. ¿Se imaginan al señorín del pueblo yendo
al empleado de la Caja a decirle: quiero
preferentes? Pues no, verdad. Creo que con esas declaraciones el señor
Llamas queda bastante mal porque no se las cree nadie.
Al final queda la duda: si
con lo de la Fundación Carriegos el señor Llamas, con su afán de ayudar a los
débiles me parecía un egoísta inteligente, ahora con esto último me
hace cambiar de opinión. A ver si al final alguien lo puede aclarar más.
Lo de la medalla de éste pájaro sólo dire que con la cara de otro, yo me pego con cualquiera.
ResponderEliminarUn abrazo Cefe