viernes, 4 de enero de 2019

Creo que seguiremos mandando postales


Cuatro días más y otras Navidades que pasarán a formar parte del recuerdo. La vida, el tiempo, sigue su curso, nada ni nadie lo puede detener. Hablando de esto mismo hace unas horas con un compañero...
—Con semanas de antelación comenzamos ya a sentir las estas celebraciones, los adornos las felicitaciones, intentamos poner todo de nuestra parte para vivirlas con toda intensidad, pretendemos hacer como un paréntesis especial, pero los problemas siguen, por más que sea Navidad. —Me comentaba, como un poco triste.
—Es así. —Le contestaba— . De todas formas, no me negarás que son fechas que se viven, en la medida de lo posible, de modo muy especial.
—Sí claro. Yo soy de los que todavía mando postales, unas diez o quince, a cambio suelo recibir una, dos o tres. También mando felicitaciones por Whatsapp, más de veinte, a mí me mandan diez como mucho. Yo en mis felicitaciones siempre pongo mis palabras, mi toque personal, la mayoría de las que me mandan sobre todo las de Whatsapp son solo copia y pega. Esto último me decepciona casi más que si no recibiera nada. Así que todos los años me digo lo mismo: para el año que viene mandaré muy pocas solamente a quien creo que se lo "merece" . —Me comentaba decepcionado.
—Te entiendo, a mí también me pasa un poco igual, yo también soy de los antiguos que todavía mandan postales. Las envías porque te gusta hacerlo, porque crees que esa persona a la que va dirigida, merece la pena, después en el sentido que tú dices te puedes llevar alguna decepción, pero bueno... según lo mires. Un buen amigo al que todos los años suelo mandar la postal, este año me contesto por Whatsapp diciéndome que me lo agradecía pero que eso ya le parecía muy carca y ñoño. No creas que por eso me enfadé, más bien me dio un poco pena de él. No vivirá las emociones y sentimientos que otros sí vivimos.

Así seguimos largo rato hablando. Cuando haces una cosa que te sale de dentro y tú crees que está bien hecha, no puedes hacerla esperando que te paguen con la misma moneda. En el fondo, como nos enseñó Jesús de Nazaret, el que celebramos su nacimiento en estas fechas, el mérito está en dar a cambio de nada. Que además siempre resultas más que compensado en tu paz y tranquilidad. Lo dice el refrán: haz bien y no mires a quien.
A ver si se portan bien. Imagen de EFE.

Ya sabemos que hay personas, demasiadas, que se creen que son ellos el centro del universo, incapaces de perder un minuto en algo que no les revierta "beneficio", que solo se mueven por sus metas e intereses personales. Peor para ellos. Ellos son los que se pierden todas esas cosas que el dinero y la "fama" no les podrán dar.
El año que viene, pues ya veremos, pero apostaría a que, si seguimos por estos lares; lo mismo este compañero que yo, seguiremos mandando postales.


Antes de ayer enterrábamos a Pepe (Pepón como le llamábamos con cariño). Disfrutaba de su jubilación, derrochaba alegría y ganas de vivir y un derrame cerebral nos lo llevó en unas horas. Para un pueblín como el nuestro cualquier perdida se nota demasiado, la de Pepe mucho más porque era una persona que se relacionaba mucho, fue Presidente de la Junta Vecinal varias legislaturas, estaba en todas partes, siempre dispuesto a ayudar a quien lo pudiera necesitar.
Te echaremos mucho de menos, querido Pepón. Descansa en paz.

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