Cuatro
días más y otras Navidades que pasarán a formar parte del
recuerdo. La vida, el tiempo, sigue su curso, nada ni nadie lo puede
detener. Hablando de esto mismo hace unas horas con un compañero...
—Con
semanas de antelación comenzamos ya a sentir las estas
celebraciones, los adornos las felicitaciones, intentamos poner todo
de nuestra parte para vivirlas con toda intensidad, pretendemos
hacer como un paréntesis especial, pero los problemas siguen, por
más que sea Navidad. —Me comentaba, como un poco triste.
—Es
así. —Le contestaba— . De todas formas, no me negarás que son
fechas que se viven, en la medida de lo posible, de modo muy
especial.
—Sí
claro. Yo soy de los que todavía mando postales, unas diez o quince,
a cambio suelo recibir una, dos o tres. También mando felicitaciones
por Whatsapp, más de veinte, a mí me mandan diez como mucho. Yo en
mis felicitaciones siempre pongo mis palabras, mi toque personal, la
mayoría de las que me mandan sobre todo las de Whatsapp son solo copia y pega. Esto último me decepciona casi más que si no
recibiera nada. Así que todos los años me digo lo mismo: para el
año que viene mandaré muy pocas solamente a quien creo que se lo "merece" . —Me comentaba decepcionado.
—Te
entiendo, a mí también me pasa un poco igual, yo también soy de
los antiguos que todavía mandan postales. Las envías porque te
gusta hacerlo, porque crees que esa persona a la que va dirigida,
merece la pena, después en el sentido que tú dices te puedes
llevar alguna decepción, pero bueno... según lo mires. Un buen
amigo al que todos los años suelo mandar la postal, este año me
contesto por Whatsapp diciéndome que me lo agradecía pero que eso
ya le parecía muy carca y ñoño. No creas que por eso me enfadé,
más bien me dio un poco pena de él. No vivirá las emociones y
sentimientos que otros sí vivimos.
Así
seguimos largo rato hablando. Cuando haces una cosa que te sale de dentro y tú crees que está bien hecha, no puedes hacerla
esperando que te paguen con la misma moneda. En el fondo, como nos
enseñó Jesús de Nazaret, el que celebramos su nacimiento en estas fechas, el
mérito está en dar a cambio de nada. Que además siempre resultas
más que compensado en tu paz y tranquilidad. Lo dice el refrán: haz
bien y no mires a quien.
A ver si se portan bien. Imagen de EFE. |
Ya sabemos que hay personas, demasiadas, que se creen que son ellos el centro del universo, incapaces de perder un minuto en algo que no les revierta "beneficio", que solo se mueven por sus metas e intereses personales. Peor para ellos. Ellos son los que se pierden todas esas cosas que el dinero y la "fama" no les podrán dar.
El
año que viene, pues ya veremos, pero apostaría a que, si seguimos
por estos lares; lo mismo este compañero que yo, seguiremos mandando
postales.
Antes de ayer enterrábamos a
Pepe (Pepón como le llamábamos con cariño). Disfrutaba de su
jubilación, derrochaba alegría y ganas de vivir y
un derrame cerebral nos lo llevó en unas horas. Para un pueblín
como el nuestro cualquier perdida se nota demasiado, la de Pepe mucho
más porque era una persona que se relacionaba mucho, fue Presidente
de la Junta Vecinal varias legislaturas, estaba en todas partes,
siempre dispuesto a ayudar a quien lo pudiera necesitar.
Te
echaremos mucho de menos, querido Pepón. Descansa en paz.
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