Iba el buen hombre en su coche por la carretera, de pronto un reventón de una rueda, el coche que se precipita por un barranco y el señor que consigue agarrarse a una rama de árbol que había en la ladera. Ve asustado que el gancho que le sostiene se dobla cada vez más y se puede partir en cualquier momento y comienza a gritar: ¡Socorro, auxilio, ayudadme, estoy aquí! ¿Hay alguien ahí arriba? En esto se oye una voz del cielo que dice: —tranquilo hijo mío, soy tu dios y señor, no te preocupes que mandaré a mis ángeles para que te recojan y te saquen del abismo, no sufrirás ningún daño. Escucha las palabras aterrorizado y contesta: —¡Ya, ya! Pero… ¿Hay alguien más?
Hace unos ocho meses que empecé
escribiendo en este blog por casualidad y también porque me animó mi amigo
Escobar. Miro de vez en cuando las estadísticas y veo que alguna gente de me lee o al menos entra, pero casi ninguno se
identifica ni hace comentarios. Me
gustaría, a los que me conocéis y os conozco y aprecio que entráis por aquí alguna vez que si el tiempo os lo permite, hicierais algún comentario en el sentido que fuere, (algunos me lo hacen en persona) o en la
página de contacto simplemente saber quién sois para poder saludaros.
Me pasa un poco lo del señor que
se cae por el barranco: sé que hay alguien, pero quisiera algo más concreto y
tangible. Es solo una
sugerencia, de cualquier forma, gracias.
Hola Ceferino
ResponderEliminarMe satisface leer tus post, aprendo mucho de ellos y normalmente logras arrancarme una sonrisa. Esoy seguro que quien entre a tu blog y lea tus post, volverá.
Un abrazo. Miguel