Eran los años sesenta, en un
pueblo vecino al mío, una buena mujer muy trabajadora vivía con su marido Ruperto y
sus tres hijas guapas y en edad de merecer aunque un poco escuálidas, por las circunstancias. Criaba la señora
muchas gallinas, cerdos, conejos… pero tenía la manía de no catarlos por
hacerlos dinero. Aquel año hizo una
excepción y el día de la fiesta preparó un conejo. Tal fue el acontecimiento, que así lo contaba
al día siguiente a sus vecinas en los corrillos: “Pues matamos un conejo y los echamos con patatas,
¡Jamía, pero que sostanciaaa! Las chicas
comían patatas y patatas, Ruperto, ¡Huy Ruperto!¡Yo creí que reventaba!”
¿Cuándo y cómo vamos a empezar en
serio a cortar esta sangría? Estamos
pagando al día más de 100 millones de intereses por la deuda. Hay mucho
economista y catedrático, no sé en qué, que dicen que la culpa la tiene Europa
que no nos deja más dinero. Nosotros a seguir gastando más de lo que producimos,
despilfarrando y ellos nos tienen que seguir prestando. Lo intento, pero no
comprender a semejantes "talentos".
Entre la tacañería y los gastos
superfluos: AVES sin viajeros, aeropuertos
sin vuelos, embajaditas, asesores, duplicidades, incompetencias; amén de compadreo, trapicheo, el pringue…, debe
haber un término medio de seriedad, competencia y responsabilidad. Será mejor
que nos enteremos, no sea que pasemos de comer “bien” muchos días, a solo una
vez al año y no por voluntad propia, como aquella buena mujer del vecino
pueblo.
Muy buenas:
ResponderEliminarEsto es lo que a la gente nos a gustado durante muchos años ajustarnos en lo cotidiano (comida, vestido, en fin gastos diarios) para después poder presumir de un gran coche a la puerta para que vean nuestro poderío menudo coche el de fulanito como vive…
Pues en el resto seguimos el mismo criterio, aunque no tengamos para arreglar las carreteras que tenemos que usar a diario con rodeos o velocidades que nos obligan a perder varios minutos a diario, tenemos un gran aeropuerto o un ave que circula a 300..
Resumiendo que para poder cambiar lo de arriba, el cambio tiene que comenzar por lo nuestro, teniendo claras las PRIORIDADES cosa que creo no todavía no tenemos.
Muy bueno tu post. Y que los intereses se los apliquen a los que los han provocado.
Hola Cefe.
ResponderEliminarGran exposción la realizada sobre la piedra filosofal de la deuda y los planes para "reducirla". El problema es grave y la solución no es fácil, pero no es fácil por la dificultad de llevarla a cabo sino porque sobrarían quien tienen que tomarla.
Un abrazo amigo y enhorabuena una vez más. Eres genial.