jueves, 12 de junio de 2014

Cartas y correo

Nos llenan la cabeza  con que estamos en la era de la cibernética, de la comunicación sin fronteras. En cualquier momento te puedes poner en contacto con cualquier persona.  Chats,  correo electrónico, redes sociales…  todo dicen para acercarnos más unos a otros.  Sí,  es cierto muchos medios a nuestro alcance, pero también es verdad que el mejor correo,  la más  valiosa red, el chat más humano y además no se necesita ordenador, ni webcam, ni nada,  super-directo y personal;  es sencillamente lo que se inventó desde el comienzo de los tiempos: la conversación tranquila  y distendida,  cara a cara entre personas que parece estar pasando a segundo plano.

Era bonito en aquel tiempo recibir cartas, cuando dentro encontrabas unas palabras escritas con esmero de cualquier ser querido. Cartas con sentimiento, amor;  desde el principio, hasta la frase de despedida. Ahora recibo mucha más correspondencia, casi todos los días, pero no me producen ese cosquilleo tierno de entonces. Ahora son cartas de propaganda, de bancos, de "oficio",  de nada; tan de nada que a veces ni siquiera las abro.

En aquellas  cartas los sentimientos bajaban de la cabeza al bolígrafo pasando por el corazón: Querid@… espero que el buen día que hoy nos acompaña haya mandado rayos de calor que fortifiquen tu cuerpo y ensalcen tú alma. Yo aquí estoy  intentando atrapar alguno especial  para alumbrar mi destino… bla, bla, bla.  Y despedida también con cariño: espero verte pronto y hablaremos mucho, callejearemos juntos por las viejas  calles flotando sobre los ruidos, recorreremos las nuevas pensando en todo, pensando en nada, dando vueltas sin saberlo a la misma manzana. Se despide con…

¿Se reúnen para hablar por teléfono?
No pretendo decir que lo nuevo sea malo, ni es que solo piense en el pasado, como me ha dicho alguien, la prueba es este blog, pero como dice la frase: un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Lo que no tiene mucho sentido es ver a dos personas sentadas frente a frente manipulando  sus trastos y contactando con otras mientras abandonan a la que está al lado.

¡Peper, estás ahí!



1 comentario:

  1. Hola Cefe

    No echemos la culpa a internet de todo, somos nosotros los que nos alejamos de nosotros mismos al apartarnos de las humanidades.

    Un abrazo

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