Nos llenan la cabeza con que estamos en la era de la cibernética,
de la comunicación sin fronteras. En cualquier momento te puedes poner en contacto
con cualquier persona. Chats, correo electrónico, redes sociales… todo dicen para acercarnos más unos a otros. Sí, es
cierto muchos medios a nuestro alcance, pero también es verdad que el mejor
correo, la más valiosa red, el chat más humano y además no
se necesita ordenador, ni webcam, ni nada, super-directo y personal; es sencillamente lo que se inventó desde el
comienzo de los tiempos: la conversación tranquila y distendida, cara a cara entre personas que parece estar
pasando a segundo plano.
Era bonito en aquel tiempo
recibir cartas, cuando dentro encontrabas unas palabras escritas con esmero de cualquier ser querido. Cartas con sentimiento, amor; desde el principio, hasta la frase de
despedida. Ahora recibo mucha más
correspondencia, casi todos los días, pero no me producen ese cosquilleo tierno
de entonces. Ahora son cartas de propaganda, de bancos, de "oficio", de nada; tan de nada que a veces ni siquiera
las abro.
En aquellas cartas los sentimientos bajaban de la cabeza
al bolígrafo pasando por el corazón: Querid@… espero que el buen día que hoy
nos acompaña haya mandado rayos de calor que fortifiquen tu cuerpo y ensalcen
tú alma. Yo aquí estoy intentando
atrapar alguno especial para alumbrar mi
destino… bla, bla, bla. Y despedida
también con cariño: espero verte pronto y hablaremos mucho, callejearemos
juntos por las viejas calles flotando
sobre los ruidos, recorreremos las nuevas pensando en todo, pensando en nada,
dando vueltas sin saberlo a la misma manzana. Se despide con…
¿Se reúnen para hablar por teléfono? |
No pretendo decir que lo nuevo
sea malo, ni es que solo piense en el pasado, como me ha dicho alguien, la
prueba es este blog, pero como dice la
frase: un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Lo que no tiene mucho
sentido es ver a dos personas sentadas frente a frente manipulando sus trastos y contactando con otras mientras
abandonan a la que está al lado.
¡Peper, estás ahí!
¡Peper, estás ahí!
Hola Cefe
ResponderEliminarNo echemos la culpa a internet de todo, somos nosotros los que nos alejamos de nosotros mismos al apartarnos de las humanidades.
Un abrazo