miércoles, 16 de julio de 2014

A mí no me mires

Cuando concedieron el premio Novel de Literatura a Camilo José Cela, un periodista le preguntó: — ¿Le ha sorprendido ganar el premio Novel de Literatura?
—Muchísimo, sobre todo porque yo me esperaba el de Física. —Constestó con ironía.

Gonzalo Boye Tusset fue condenado a 14  años, 8 meses y un día por haber participado en el secuestro de Emiliano Revilla. Estuvo 8, menos unas semana en la cárcel, donde cursó estudios de derecho en la UNED, defensor de Elpidio Silva en el caso Blesa, es editor de la revista Mongolia y colaborador de "diario.es".

Isabel Durán
Alfonso Rojo
Este señor ha interpuesto una querella contra los periodista Isabel Durán y Alfonso Rojo  por calificarle de terrorista en una tertulia de 13 TV. Les pide 300.000 euros a ellos y a la cadena televisiva donde ocurrieron los hechos. Durán ha dicho que no pretendía insultar a Boye cuando le calificó de terrorista, simplemente estaba reflejando un hecho meramente descriptivo de su pasado porque fue condenado en sentencia firme. Alfonso Rojo se lo ha tomado más en broma que otra cosa pero también apunta que por muy descabellada que sea la demanda lo cierto es que ya tiene que buscar abogado, procurador etc. y los ocho o diez mil euros del ala pueden venirle en gastos.

Lo triste es que haya jueces que admitan a trámite estas cosas, porque lo lógico es que fuera tirada la denuncia directamente a la "papelera",  pero ya sabemos que hay también, jueces para todo. Triste también que la profesión periodística no se haya sublevado contra este desmán. Y es que el señor Boye en la actualidad puede ser una persona ejemplar,  pero lo los hechos están ahí. Un violador aunque salga de la cárcel,  sigue siendo violador. El asesino sigue siéndolo, aunque haya cumplido su condena, por más que pueda llevar una vida honrada y se le deba un respeto. No entiendo por qué a un condenado por colaborar con banda terrorista no se le pueden recordar los hechos. Además  que se sepa ni ha pedido perdón ni ha demostrado arrepentimiento públicamente.

Así que cierto que merece un respeto como cualquier persona que lleve una vida decente, pero no es precisamente la persona idónea para sentirse ofendida por mucho que sea ya pasada su historia delictiva. Por eso argumentando como don Camilo a mí lo que me sorprendería es que le pusieran como ejemplo de comportamiento habiendo colaborado en un secuestro.






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