lunes, 5 de enero de 2015

Villimer. Un paseo por sus tradiciones

El pasado viernes  acudí al pueblo de referencia a la presentación  del libro de Tasio y Montse: "Villimer un paseo por sus tradiciones".  Una presentación aparentemente sencilla pero muy bien hecha por un catedrático de literatura, para finalizar con un ágape muy bueno y generoso, no un simple tapeo como suele ocurrir en estos casos. Bueno, cuando  lo comentaba en mi pueblo, más  de uno  aunque pase de  cultura, me recriminaba de no haberle avisado con tiempo.  

Hace unos años Tasio creó la página "Villimer Web".  Me pareció muy buena  y cogí mi primera  idea para  intentar algo parecido, así que  Tasio es  el primer culpable de que se me ocurriera crear este blog. De repente la página desapareció, a mí me extraño mucho, pero ahora lo entiendo: estaba trabajando para hacer  algo  mucho mejor, escribir este libro.

Soy de Palazuelo pero mi segundo pueblo es Villimer de donde era mi madre. Tasio es de Villimer pero yo creo que Palazuelo podría ser su segundo pueblo. En mi pueblo su padre trabajaba tierras y  nuestras vidas subidos en carros con pernillas  o zarzos se cruzaron más de una vez cuando intercambiábamos los pueblos  para hacer las labores del campo. No es que haya tenido con él mucho trato pero  a diferencia de otros  con los que puedes alternar y hablar con frecuencia y que son presuntamente amigos aunque  a la hora de la verdad  sabes que no pasan  de conocidos,  con Tasio es al contrario: un conocido catalogado como buen amigo.

Pero, como decía Umbral, yo estoy aquí  para  hablar  un poco de su libro. Para  mí tienen una cosa mala libros como este y es que me pongo a leerlos y me pasa como cuando de adolescente caía  un pastel  en mis manos: me  le zampaba de cuatro bocados sin apenas degustarlo. Pues con este libro me ha pasado algo parecido: me  ha apasionado, gustado desde la primera página y me lo he devorado sin apenas saborearlo. Tengo el consuelo de que, a diferencia de los pasteles, el libro lo puedo volver  a leer  y claro que lo haré. Algunos ya me lo han pedido y  aunque no se lo haya negado ya les he sugerido  que en las librerías hay más.

En el libro se ve una exquisitez,  una delicadeza, un trabajo duro y concienzudo, por más que Tasio intente disimularlo diciendo que las palabras a veces salen a borbotones.  Claro sí a veces,  pero tú sabes perfectamente  que en la mayoría de los casos la inspiración es cuestión de eso: de dedicación y trabajo.  Se adivina en este libro al alfarero Tasio remodelando cada frase cada párrafo, cada vocablo para  ponérselo al lector con los mejores aromas e ingredientes  pero  muy fácil de digerir en cualquier caso. Se ve  su espíritu volando por entre los plantíos del río Porma,  la robleda y encinares  del monte, los linares y sotos del valle, la aspereza de la cuesta, la noche y el día  del pueblo, la vida de sus gentes.  Pero sobre todo se palpa su amor,   su gran amor por su pueblo. Así que a quien quiera conocer las tradiciones, el sentir y el vivir  de los  últimos 50 años de Villimer y de toda la comarca, encarecidamente se lo recomiendo.

Se  acababa el libro y me decía: cómo es posible que no haya nombrado a  D. Favio, casi al final lo encontré. Has sido injusto Tasio: me citas a mí en el libro, con unos adjetivos  excesivamente exagerados y apenas te acuerdas de D. Favio. Yo me conformo con ser un humilde y torpe aprendiz tuyo. Gracias de todas formas.

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