Me cuentan que allá por los
años 20 un chaval de Palazuelo, de unos 12 años (no daré su nombre aunque ya
no viva) se subió a un chopo a quitar un nido de pega. Entonces, que los chicos y mozalbetes quitaran nidos de los pájaros grandes para
coger los huevos o las crías, era algo
habitual, la comida no abundaba y había
que buscarse la vida si se quería tener una buena merienda. El caso es que
cuando ya estaba casi tocando el nido
una rama se partió y el chaval cayó desde una altura de 8 o 9 metros, pero
tuvo la suerte que alrededor del chopo había crecido un zarzal y los que podía
haber sido fatal no pasó de unos cuantos
pinchazos de zarzas y rasguños. Era un
chopo en el centro del pueblo, en el Pozico, por donde pasa un pequeño arroyo y
la gente enseguida se arremolinó alrededor a ver qué había pasado. Cuando el
chico salía de entre las zarzas todo magullado llegó su madre y empezó a llamarle miles disparates para al
final concluir: no siento que se haya
caído, lo que siento es que ha dejado la gorra arriba.
Pega en su nido |
Vivimos en un país, España, que
está en picado, en caída libre. El Presidente Rajoy, como es su deber asegura
que ya pronto empezará la recuperación. Es posible, pero hay mucha gente:
políticos, periodistas, artistas que organizan gala de los Goya, etc., etc. que no parecen darse cuenta de la
situación y siguen poniendo como prioridad su partido, sus intereses, su clan,
por encima del bien común. Con estos mimbres no cabe duda que salir de esta
resulta mucho más difícil.
No creo, dadas las
circunstancias, que sea mucho pedir, a todas esas gentes que además de pensar
en ellos, piensen también en todas las personas que están viviendo con apuros, dejen de lado su egoísmo,
sus mezquindades y se pongan todos a
tirar de este carro llamado España para salir adelante. No puede ser que les
interese más su guerra particular aunque nos podamos dar el batacazo, que el
bien común de todos y cada uno de esta nación, entre los cuales hay demasiados
que lo están pasando muy mal.
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