Mi vecina del piso de arriba
subía refunfuñando por la escalera.
—Mira a ver si tú entiendes –me contesto—,
mientras me entregaba su cartilla del Banco
Popular.
—Y que quiere usted que mire.
—Sí, eso donde pone GTOS
RECLAM 12,90 ¡Qué demonios es! ¡Qué
gatos ni qué narices!
—El banco le habrá reclamado algo llamándola por teléfono,
por carta…
—No, a mí el banco ni me ha
llamado ni me ha escrito.
—Yo que sé, tendrá usted algún
problema de recibos, pagos.
—Ninguno, ¡Ah calla!, El otro día
se me olvidó pagar el mes y fui al día siguiente y pague los 320 euros, pero no
me dijeron nada.
—Ya está Palmira, ya está. La han
metido 12,90 euros por demorarse un día.
Por desgracia no solo no
convencí ni calmé a mi vecina sino que
su cara enfureció mientras seguía subiendo peldaños, dejando en cada uno
numerosos insultos e improperios: asquerosos, sinvergüenzas…

Dicen y debe ser cierto, que los
bancos son necesarios y que tienen que ganar dinero, vale. Estos mismos días
nos están abrumando con lo que han ganado algunos ya este año: 3310 millones de
enero a septiembre el Santander, 3077 millones de ganancia el tercer trimestre
el BBVA… Que vamos, no creo que les sea necesario ni robar ni
engañar para tirar adelante con el
chiringuito; pero mucho cuidado con
ellos porque ya sabemos que están a que la salta y en ocasiones si pueden nos
la pegan. ¡Ojo con el Popular!
¡Pobres bancos! Algunos son tan pobres, que solo aspiran a hacer dinero.
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