martes, 3 de diciembre de 2013

Para qué hablar


Me resulta aburrido volver a hablar de los sindicatos, de sus corrupciones, que parecen aquellas novelas por entregas: todos los días un nuevo y más apasionante  caso de corrupción.

Es un plomo comentar las estupideces de la señora Valenciano, vicesecretaria general PSOE. Las de ayer, diciendo que el secretario general  UGT Andalucía había asumido responsabilidades y por eso había dimitido. ¿Y lo robado, lo comido? ¿Lo van a vomitar? Porque si no lo devuelven: ¡menuda forma de asumir responsabilidades! Ya no hablemos de cuando se mete con el concordato, con la religión. Han gobernado la mayoría del tiempo y se acuerdan cuando no gobiernan.

presentadoras de Tele-Caso-sucesos
Pues de los que están saliendo de la cárcel: etarras, violadores, asesinos en serie, para qué hablar. Como las Ana Rosas, Susanas Grisos, etc. que dicen que no hablan con ellos, pero les están esperando con las cámaras cuando  van a salir de prisión.

Prefiero no hablar de cómo me ha defraudado el Fiscal General del Estado, cuando dice que tirar cohetes y hacer el pasillo a los etarras que han matado personas, niños… no es hacer apología del terrorismo.  ¡Que se lo pregunte a las víctimas!

Tampoco quiero recordar al gobierno, especialmente a los ministros de Justicia y de Interior: que hablan de estar al  lado de las víctimas pero se hacen los locos cuando se trata de  meterse con los de eta y sus compinches.

Por supuesto al ínclito Artur Mas no le aguanto y no voy a hablar de sus veleidades independentistas aunque para poner el cazo no es tonto. Ahora dice que debería España darles más y se pensarían lo de irse.

Felipe Gonzáles se enteraba de la corrupción galopante de sus gobiernos por los periódicos.  Esto sí que me resulta divertido: Cándido Méndez dice que también se entera por la prensa de los atracos de la UGT.
Así que hoy voy a pasar de todo,  de todos ellos y de muchos más… ¡Que les den!

No hay comentarios:

Publicar un comentario