viernes, 14 de febrero de 2014

Amor y egoismo

La palabra amor,  como tantas otras, viene del  latín amor. La latina amor parece ser que viene de la raíz indoeuropea  "amma" que era como llamaban los niños a su madre, dando origen al verbo latino amare (amor de madre). De la raíz amare más el sufijo or nace la palabra amor.

El año pasado por estas fechas escribí en este blog,  como se puede ver, sobre el día los enamorados, basándome sobre todo en la relación de pareja.  Hoy aunque la relación de pareja,  sea  básica en la condición humana, quiero abarcar  el término amor en su  sentido más amplio.

No es extraño que la palabra naciera de las relaciones madre hijo.  No hay ningún amor, en general, más completo más entregado, más duradero,  más fuerte;  que el amor de madre. En la familia el amor teje las relaciones de todos los miembros, cualquiera que sea la composición de la misma. Por eso la familia sigue siendo la célula más importante de la sociedad por más que muchos la intenten desacreditar. Entre los buenos amigos crecen cables  para poder sonreír o ayudarse mutuamente cuando las circunstancias lo aconsejan.

En el trabajo también aparece con el tiempo; el afecto, la amistad, la preocupación por los problemas del compañero, la unión ante los contratiempos de todos.  En el barrio, o en el pueblín, donde tantas veces nos criticamos unos a otros, también en momentos de alegría y de dolor hay algo que nos une y nos  hace sonreír  juntos, sufrir unidos, sentirnos solidarios. Los emigrantes recuerdan a su patria con amor, también a los que estamos dentro el hecho de pertenecer al mismo país hace que crezcan lazos de unión y amistad. Cualquier disculpa es buena cuando se tiene sensibilidad para que  broten rayos de amor entre los hombres cualquiera que sea  la distancia, su raza, población, o religión.

Estamos en un mundo donde los animales y las plantas nos acompañan como seres vivos. Para san Francisco de Asís hasta los lobos eran sus hermanos.  La mayoría no llegaremos a tanto, pero qué duda cabe que todos hemos sentido, y vivido con los animales, nos hemos enamorado de paisajes y plantas. Hasta la tierra más inanimada, el agua, el viento, el fuego;  todo alguna vez toca nuestras fibras y mueve nuestra sensibilidad y amor hacía ello.

Amor y egoísmo, son incompatibles.
Cariño, entrega, amistad, afecto, dedicación; en una palabra: AMOR. Sí, la vida sigue porque a pesar de todos los males, a pesar de las malas personas,  de todo lo negativo que rodea nuestra existencia; estamos adosados a mucho amor por muchas partes. Pero aunque hoy sea el día del amor, no puedo evitar pensar en el hambre, las necesidades urgentes de países,  de algunos continentes, me da que también, sobre todo en los países desarrollados, hay mucho, muchísimo egoísmo. Mal asunto que se tuerza la balanza porque el mal será el vencedor.



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