martes, 11 de febrero de 2014

Menos Quijotes

Dice "un viejo refrán": antes de juzgar a los demás júzgate a ti mismo.  Sería bueno que en más una ocasión lo tuviéramos en cuenta, porque muchas veces pretendemos arreglar la vida de los otros y tenemos la nuestra hecha unos zorros.

Ismael Moreno A.N.  -Foto periódico La Razón-
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha dictado este lunes una orden de detención contra cinco ex líderes chinos. Captura e ingreso en prisión incondicional y sin fianza del ex presidente de China Jiang Zemin, el ex primer ministro Li Peng y otros tres antiguos dirigentes del país asiático. El magistrado ordena las detenciones a través de Interpol por los delitos de genocidio, tortura y lesa humanidad en el llamado caso Tíbet. 

China está muy molesta por ello, la portavoz de Exteriores ha dicho que se trata de una decisión errónea y que espera que España pueda gestionar el caso de "forma apropiada" ya que deteriora las buenas relaciones bilaterales entre ambos países. Pekín está presionando a Madrid para que ponga fin a este proceso, por más que se diga que no interfiere en la política interior de las naciones.

Parece que ya tenemos  otro Garzón, otro Juez Campeador. Como no tenemos bastantes problemas en España que resolver tenemos que salir a los demás países a desfacer  entuertos, que diría D. Quijote. En la Audiencia Nacional se les amontona el trabajo, por poner un ejemplo; más de 300 asesinatos de etarras todavía sin resolver. En los cajones expedientes de años esperando su turno, así que sería mejor  que los jueces se dedicaran a ello antes  que andar luchando contra molinos por el mundo mundial.

Pero lo peor de todo no es la pérdida de tiempo y el canelo hecho, lo más grave es que los empresarios españoles que trabajan y exportan a China y que ahora están en plena expansión, temen porque se deterioren las relaciones  y como consecuencia sus transacciones y negocios se puedan ir al traste.

De  acuerdo en que esos señores si cometieron los delitos deben ser recriminados perseguidos y juzgados pero no por los jueces españoles que además de no tener capacidad para  hacer nada efectivo, aunque sí el ridículo, van buscando problemas innecesarios. A ver si vamos espabilando. Sería mejor como dice el refrán que antes de juzgar a otros países nos metiéramos de lleno con el nuestro porque tela para cortar, para juzgar; hay mucha.




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