Me cuentan que en un pueblo de
nuestro ayuntamiento -omito el nombre porque sería propaganda negativa- tenían un
equipo de fútbol allá por los años 50. Entre todos los jóvenes, mozos del
pueblo, se habían comprado su balón y en las eras disfrutaban jugando entre ellos y también con
los pueblos colindantes. Pero un día hubo problemas en el equipo, controversia,
voces; y al mozo más burro no se le
ocurrió otra cosa que sacar una navaja del bolsillo y cortar el balón, como si
de un melón se tratara, en tantas piezas como jugadores, dando una parte a cada
uno.
Con la llegada de la democracia
se hizo imprescindible hacer una constitución
para apaciguar el gallinero de
algunas regiones con delirios de diferencia,
superioridad y grandeza. Se propuso el sistema de división territorial autonómica.
Lo que en un principio se pensó para Cataluña y País Vaco principalmente además
de Galicia, como nacionalidades históricas decían, como si las demás no
tuvieran historia. Después se tuvo que ampliar a todas porque lógicamente todas
se apuntaron y lo exigieron. Aquello de café para todos.
Dijeron que sería bueno acercar
la administración al ciudadano, aunque para cercanos ya están los ayuntamientos
y las juntas vecinales, a las que ahora pretenden algunos cargarse. En la era de la teleinformática y demás
inventos que nos ponen a todos en contacto en segundos, se crea más
burocracia y con ello más problemas. Al final los nacionalismos han
convertido el derecho a la diferencia en una diferencia de derechos según donde
se viva.
Hemos creado 17 miniparlamentos,
17 gobiernos con sus consejeros, ministrines como dicen los asturianos, de
donde parten miles de leyes y ordenes que convierten a España en un verdadero galimatías. En Andalucía se paga el
cambio de sexo, en unas autonomías no se puede tener derecho a tratamientos de
fertilidad si se pasa de 40 años, en otras son 45, diferencias para poder prescribir
tratamientos médicos, por ejemplo anticoagulantes, diferentes complementos de
becas, por supuesto 17 leyes diferentes en cada autonomía para pesca, comercio, industria, vivienda etc. lo que
entorpece enormemente dichas actividades.
Y si acaso pedían poco los
prebostes comunitarios viene el títere de Zapatero apoyando reformas de
estatutos inconstitucionales, Aznar, que ahora va de salvapátrias les traspasó
las competencias en educación y sanidad, pilares básicos del estado de
bienestar, dicen que le obligaron los números del arco parlamentario para
seguir adelante, pues que hubiera dimitido. Así hemos llegado a que en la
educación catalana, por poner un ejemplo,
el río Ebro, que pasa por 5 comunidades, los textos de su geografía dicen que es un río
catalán que nace en tierras extrañas. ¿Nos reímos o lloramos? Yo creo que mejor
lo primero.
Además de estar continuamente
intentando sacar lo máximo de papá estado para después dilapidar y en muchos
casos de corrupción, robar; resulta que se atreven a desobedecer las leyes y sentencias de los tribunales como ocurre
estos días en Cataluña: El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dicta
sentencia de que dicha autonomía tendrá que acatar cinco resoluciones sobre el
tratamiento en la educación del idioma español, una dice que el 25% de horas
lectivas tendrán que ser en este idioma para quien lo solicite y salen los
consejeros de Educación y Presidencia a decir que no lo harán. No es la primera vez que se pasan por el forro leyes y sentencias, increíble pero cierto y no
pasa nada. Así que habrá que empezar a hacer cada uno lo que nos parezca
independientemente de la ley, a ver qué pasa.
En fin que lo que iba a ser para
bien y mejora de los ciudadanos, se ha convertido en todo lo contrario, un
auténtico lastre económico y social. Imagino la cara de bobos que se les pudo
quedar a los mozos cuando vieron partir el balón y que su trozo no les servía
para nada. La misma cara yo creo se nos está quedando a muchos cuando vemos a
donde vamos con las autonomías, porque aunque muchos digan que no pretende partir a España
en cachos, los hechos así lo demuestran.
Puede que fuera conveniente
alguna mínima administración entre la central y provincial pero… ¿Dónde podemos
ir con tanto lendakari, ministrín y procurador, con tanto
gasto, con tanto vividor?
Una vez mas me tengo que quitar el sombrero, eres un genio que redacta fenomenal y el fondo del asunto es incontestable. Quien quiera leer que lea.
ResponderEliminarUn abrazo amigo y a cuidarse.