Estábamos haciendo la mili en el cuartel de Artillería 26 de Valladolid.
Para poder salir de paseo por la tarde de 7 a 9 había que formar frente a la
principal donde el sargento de guardia
nos pasaba revista. Ya los más veteranos procurábamos enterarnos
quien estaba ese día para
esmerarnos más o menos en el aseo, las botas y demás y no tener problemas. Aquella tarde había un
hueso de muy mala fama. Estábamos ya formados y comenzó a pasar revista paseando por entre las filas y entresacando prácticamente a uno de cada dos de las mismas, a la vez que
nos acusaba de pelo largo. En estas estábamos cuando se oyó una voz del piso de
arriba que mientras arrojaba unas monedas de duro donde estaba el sargento
decía: Váyase usted a cortar el pelo y deje a los artilleros que salgan de
paseo. El sargento se cuadró y con voz
estruendosa gritó: ¡A la orden de Usía, mi coronel! Pueden salir todos de paseo. ¡Rompan filas!
El Banco Madrid fue
primero intervenido porque lo que la propaganda aseguraba que era un banco
modelo, no pasaba de ser un auténtico avispero con trapicheos, trabajos fraudulentos y blanqueo a espuertas
de capitales provenientes de los negocios, las personas y países más corruptos, como Venezuela. A este
no se le rescató como a muchas de las cajas atracadas por los políticos de
turno sino que se le ha dejado caer y se encuentra en un proceso de
liquidación. Esta misma mañana, el señor Jiménez Losantos desde su programa de Es Radio, despotricaba contra muchos de los presuntos culpables de todo lo
ocurrido en dicha entidad y seguramente
tendrá más o menos razón en lo que dice, pero es que resulta que este banco se
incluía como uno de sus mejores anunciantes.
Hay dos clases de publicidad: 1.- La clásica cuña que te la
sueltan y la cadena o programa se lava las manos y 2.- Aquella en la que el
director-presentador se implica con su voz
y su presencia, poniendo todo de su parte en el anuncio para que este sea más eficaz y
seguramente más caro y rentable. Pues esto que también hizo por ejemplo el
señor Antonio Jiménez en Inter-economia TV, con los pagarés de Rumasa, es lo que hacía el presentador y presidente de
es Radio, Federico Jiménez Losantos. No se trataba
de un simple spot, desde hacía unos meses todos los días en su programa echaba
un mitin sobre las bondades de depositar los ahorros y trabajar con el Banco Madrid. A buen seguro que de tanto ponderar y recomendar dicha entidad unos
cuantos cayeron en sus redes y depositaron allí sus ahorros.
Todo era un fraude. |
Por supuesto que no estoy diciendo que Federico tenga algo
que ver en las corruptelas que se daban en el Banco Madrid, pero sí digo que en vez de echar todos los
balones fuera lo primero que debería hacer, al menos, es reconocer su
implicación, su engaño a sus oyentes, por muy involuntario que fuera. Cuando se
presume de saberlo todo y estar siempre en posesión de la verdad, no es de
recibo que siguiera ponderando dicho banco hasta que prácticamente fue intervenido.
El sargento de guardia no es que tuviera melena, ni siquiera
se podría decir que tenía el pelo largo, pero sí que lo tenía más largo que los que echaba de la
fila y se lo mandaba cortar, por eso el coronel se lo mandó cortar e él. Pues
aquí ocurre igual: que reconozcan su error, que pidan perdón a los compradores
por anunciar e implicarse personalmente
en las supuestas bondades de Rumasa II y en este caso el Banco Madrid y
después a lo mejor hasta podrían tener un poco de credibilidad y pase para criticar a los demás.
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