Henri Bergsón |
Henri Bergsón filósofo
parisino de la intuición dijo: no es lo mismo el tiempo de nuestra vida que el
tiempo que nuestra vida es. Pretendía
con su teoría demostrar que por mucho que todos los días tengan 24 horas, todos no son iguales, o mejor ningún día es igual a otro. No pasa el tiempo igual cuando se está bien
que cuando se está mal, no cunde igual una hora de diversión que una hora de
sufrimiento, no se alargan igual los
minutos de una noche durmiendo que cuando se pasan cuidando a un enfermo.
Un segundo puede ser mucho tiempo, demasiado. Una decisión errónea o acertada, un
comportamiento adecuado o inoportuno,
una reacción prudente o desproporcionada, un saber estar o no; un accidente, una palabra, un hecho,
hasta una mirada; en un momento puede enderezar o torcer el rumbo de una vida.
Una hora 3.600 segundos
Un
día 24 horas, 86.400 segundos.
Un año 365 días, 8760 horas, 31.536.000 segundos.
Una vida, (80 años) 29.200 días, 70.800 horas, 2.522.880.000 segundos
Un año 365 días, 8760 horas, 31.536.000 segundos.
Una vida, (80 años) 29.200 días, 70.800 horas, 2.522.880.000 segundos
Vidas, años, horas, minutos, segundos; que pueden parecer ser muy poco, pero también en ocasiones demasiado,
según las circunstancias y los casos.
Así que emulando al tío Pedro y su "no es menester":
Así que emulando al tío Pedro y su "no es menester":
No es menester utilizar el coche si se puede ir a pie y además se hace
deporte.
No es menester dar importancia a situaciones y hechos que no la tienen y que hacen la vida más estresante.
No es menester tanto empeño por lo material si no es lo más importante.
No es menester llevar en el hatillo de nuestra vida inquietudes, sentimientos negativos.
No es menester perder el control por lo que es incontrolable, preocuparse por lo que no se puede cambiar.
No es menester dar importancia a situaciones y hechos que no la tienen y que hacen la vida más estresante.
No es menester tanto empeño por lo material si no es lo más importante.
No es menester llevar en el hatillo de nuestra vida inquietudes, sentimientos negativos.
No es menester perder el control por lo que es incontrolable, preocuparse por lo que no se puede cambiar.
No es menester poner un tope al amor, desear
mal a nadie.
No es menester ponerse metas imposibles.
No es menester preocuparse por la opinión del otro.
No es menester ver solo el lado negativo.
No es menester dejarse empapar de basura: propagandística, televisiva…
No es menester ponerse metas imposibles.
No es menester preocuparse por la opinión del otro.
No es menester ver solo el lado negativo.
No es menester dejarse empapar de basura: propagandística, televisiva…
Por supuesto, tampoco es menester que te tomes en serio las opiniones, en este caso diez, de este humilde bloguero. Es menester, es cuestión de vivir, como decía Bergsón, debemos adecuar nuestra existencia porque el tiempo no es solo lo que mide el reloj, es sobre todo: lo que hacemos.