viernes, 28 de octubre de 2016

Siempre Carmen

La señora de la guadaña deambula por donde le viene en gana y escoge a quien le apetece. Inútil es intentar disuadirla. Pero nos ha podido llevar tu físico aunque debe estar que trina porque nunca logrará arrebatarnos tu recuerdo, ni tu vida. Y es que Carmen, además de estar en un lugar que quiero imaginar feliz  y en paz: vives en mí y en todos los que tanto te queríamos y te seguimos queriendo.
Tres meses, desde aquel uno de enero, en mis recuerdos, en la imaginación... en mi vida, como nada ni nadie. Y es que todo me recuerda a ti.
Cuando veo la nieve pura y blanca, me recuerda la blancura de tu alma. Cuando el otro día el aire azotaba mi ventana en el, tú me susurrabas: hermano todo pasa. Cuando los pajarillos cantan, me recuerdan con su canto los sonidos saltarines que salían de tu garganta. Todo lo bueno que queda todo viene en tu recuerdo y tu presencia refrendado.
La multitud de flores que anuncian la primavera, también me anuncian tu vida, tu sonrisa, tu silueta. El río embravecido que baja por la ladera, me recuerda tu coraje, tu valor, tu nadar contra corriente, contra injusticias  y afrentas a riesgo de lo que fuera. Cuando en la noche avanzada miro hacia las estrellas, rebusco las más brillantes, porque has de ser tú una de ellas.

Te imagino sonriendo con esa sonrisa fresca, hablando y escuchando mucho, con alegría y viveza. Siempre presta, siempre atenta, arrancando la tristeza, plantando ilusiones nuevas. Cuando una paloma veo por el cielo planeando, la imagino mensajera anunciando tu presencia. Cuando al nacer el día miro hacía el horizonte, en las luces de la aurora, apareces con tu nombre.
Aquel cura viejo y terco, no por ello menos bueno, que había en nuestro Palazuelo, repetía con firmeza: el Ángel de la Guarda es vuestra guía y vuestra fuerza. Mi querido D. Ramón, puedes decirle a tu Dios que destine a otro mi Ángel, que ahora tengo otro mejor, que tengo a mi hermana Carmen.

Cuando beso el panteón, donde tu naturaleza humana, marchita sin compasión; pienso en la gran injusticia que está cometiendo Dios y confío que algún día, sepa reparar su error.

SIEMPRE CARMEN. Siempre toda. Siempre mientras  viva, siempre.  Todo el día, a todas horas.
 Abril 2001

lunes, 24 de octubre de 2016

Qué pasa con las pensiones

En 1883 se promulga la Ley de accidentes de trabajo, en 1908 se crea el Instituto Nacional de  Previsión que  gestiona una serie sistemas de seguros que van surgiendo: Retiro Obrero 1919, Seguro Obligatorio de  Maternidad 1923, Seguro de Enfermedad 1943, Seguro Obligatorio de Vejez e invalidez (antiguo SOVI) 1947, en 1961 nace la primera Ley Nacional contra el Desempleo. El paso de esos seguros  a uno total se logra con la que se puede llamar la piedra angular del edificio de protección social: la Ley de Bases de la Seguridad Social de 1963, modificada y ampliada en 1972 que fue la que rigió hasta  la llegada de la democracia en 1977 con la  publicación de un libro blanco y  la creación del ministerio de Sanidad y Seguridad Social.

Hay dos  forma de abordar  la financiación de la Seguridad Social: capitalización y reparto. En el primero cada trabajador va aportando sus fondos a una hucha que el estado le va guardando y que le irá reintegrando cuando llegue su retiro u otra contingencia. En el sistema de reparto los trabajadores en cada momento cotizan  para cubrir los gastos y también las pensiones de los mayores, los que vengan detrás contribuirán para pagárselas a estos. Es por lo tanto un modo de solidaridad intergeneracional.

Así pues la implantación de una protección  a nivel estatal para la población viene de hace ya unos cuantos años, no es algo que nos hayan traído como novedad ningún preboste, ni partido, como nos afirman a veces, si bien es  cierto que todos con sus gobiernos han intentado mejorarlo en cada caso.  Esas mejoras, como es lógico, incrementan el gasto y surge el problema de la financiación.  Hasta hace pocos años había tres trabajadoras por cada pensionista, ahora hay dos por jubilado, parece que la tendencia para unos años vista es un trabajador por cada retirado y entonces es cuando con el actual sistema de reparto surge el problema y van apareciendo las más variopintas ocurrencias para intentar solucionarlo.

La Ministra Bañez apuntó el otro día la posibilidad de que en un futuro próximo los trabajadores al jubilarse puedan seguir trabajando y cobrando íntegramente su pensión, cosa que actualmente se puede hacer cobrando la mitad de la paga, algunos, especialmente los de profesiones más llevaderas con los años,  la han aplaudido y otros se la han tirado a la yugular como el Secretario del UGT que ha tachado la iniciativa como una broma de mal gusto.

Si tenemos en cuenta que las pensiones nacieron como una forma de protección y sustento del trabajador para cuando cesara su remuneración por el trabajo,  evidentemente es contradictorio que se pague dicha prestación a quien sigue trabajando. Por otra parte dada la precaria situación de las arcas de la Seguridad Social, conviene incentivar para que haya la mayor cantidad de gente posible dada de alta y cotizando. Claro que esto también puede tener un problema añadido: esos trabajos que harían los que ya están  cobrando su pensión podrían ir en detrimento, no sabemos hasta qué punto,  en el aumento del paro juvenil.

Problemas que los gobiernos tendrán que ir solucionando en cada caso. Lo que no cabe duda es que las pensiones, en la medida de lo posible, se tienen que seguir actualizando y pagando porque es fundamental para el progreso social y porque es de justicia: los que en su tiempo contribuyeron muy duro con su trabajo y prestaciones ahora también tienen todo el derecho a ser beneficiarios. 

martes, 18 de octubre de 2016

Caseros de Hacienda

Antes en los pueblos solía haber varías clases sociales: los "ricos" que junto con el cura y el  maestro ocupaban la escala más alta, después estaban una "mayoría del montón" que a duras penas iba viviendo con mucho trabajo, en casi todos solía haber algún "pobre de solemnidad" que con la ayuda de los vecinos iba tirando para adelante.  Los ricos solían tener  a su servicio "criados" que vivían con sus amos   con dedicación plena, también, aunque no siempre, existía la figura del "casero", que a diferencia del  criado, en  este caso era toda una  familia la  que vivía en casa del amo.

El criado solía ser ajustado por una exigua cantidad anual que en los años sesenta con dificultad podía llegar a las 20.000 pesetas. En cambio la relación económica  casero-amo no era una cantidad fija, el  trato solía estar en un porcentaje, en muchos casos del 50% tanto  en ingresos como en gastos que de la hacienda derivaran, donde  solo el trabajo era todo  para el pobre inquilino.

Efectivamente el trabajo era siempre para los mismos y como mucho los amos se limitaban  a mirarlo en una actitud desvergonzada y déspota en ocasiones. Pero por cuantas había una vez en que los amos se acercaban  a ayudar a sus caseros.  ¿Cuándo  hacían esa excepción?  Pues cuando llegaba la faena de meter  la cosecha en sacos.  Efectivamente cuando el casero se disponía a hacer la última limpia, que entonces se llamaba acerandar el cereal, el amo acudía pródigo para ayudarle a envasar el material, de lo cual  para él sería la mitad.  Tampoco ahora tenía porque cooperar pero  sí que acudía raudo no fuera ser que el casero le fuera a engañar.    
Todos somos Hacienda pero unos más que otros

Con el Ministro de Hacienda, Montoro,  nos pasa  a los contribuyentes como al  casero con su amo. Intentamos trabajar, producir todo el año, sin que nadie se preocupe de nuestras dificultades y problemas,  pero  llega el momento que como los amos huraños, se acerca pero no para ayudarnos, para que le  rindamos cuentas hasta el último centavo. Y más vale que lo hagamos y que no nos confundamos aunque sea en una miseria porque si de ello se entera,  no habrá consideraciones, la pagaremos con creces junto con sus intereses.

A muchos de aquellos amos  lo que menos les importaba era el bienestar de la familia que sus fincas,  capital trabajaba,  sino lo que al final para ellos quedaba. Con Hacienda pasa lo mismo no intentes justificaciones o problemas para que comprendan tu caso, ellos solo saben de leyes y te las aplicaran sin ningún miramiento. Después hay quien se extraña y maldice a quien intenta  defraudar. Ya sabemos que se debe pagar, que de ahí sale el dinero para el estado del bienestar,  pero es que a veces hay  comportamientos del Fisco que dejan bastante que desear.

                                                                                                                                                                    

martes, 11 de octubre de 2016

prórrogas


En la calle La Serna hay  un  centro de hemodiálisis. A su puerta hay continuamente ambulancias que llevan a los enfermos para sesiones de dicho tratamiento. Con frecuencia paso por allí,  ayer había un conductor que conocía y me pare un poco a hablar. Más que en nuestra conversación  puse la atención en dos viejos que acababan de pasar por las máquinas, que salían  en camilla.  Me fijé en sus caras muy avejentadas y demacradas, los dos intentaban hablar pero apenas lo conseguían,  pero con todo ello sí que se les escapó, ante un comentario del transportista, una sonrisa.

Hay enfermos renales que con sus sesiones  de hemodiálisis llevan una vida con limitaciones,  pero normal,  aunque no debía ser el caso de estos. Yo después ya caminando pensaba: estos hombres y en ese estado es como si cada vez que se acercan al centro  fueran a pedir una prórroga para su vida de dos o tres días.  En el fondo  todos estamos en tiempos de prórroga  que la vida nos va dando en los más diversos casos: cuando salimos a flote de un accidente, cuando superamos aquella enfermedad, cuando estuvimos en peligro por tantas circunstancias sin ni siquiera saberlo.

El primer día del resto de mi vida, se  titula una novela de Jemma Forte, llena de emociones y contrastes. Es cierto cada día es el primero de lo que nos va quedando independientemente de lo vivido, hay que aprovecharlo. Nelson Mandela entró en la cárcel con 44 años, estuvo hasta los 71. De ser un preso pasó a ser presidente de Sudáfica.  Según confesó: en prisión se estuvo preparando para ello. Si estás dispuesto, si mantienes la ilusión y el espíritu puede que nunca sea tarde.

Debemos saber ser agradecidos por lo que tenemos y no por lo que nos falta. Agradecidos y preparados por lo que aún podemos hacer a pesar de las limitaciones que se puedan tener. Mejor que nadie lo sabemos. Podemos engañar a todo el mundo menos a nosotros mismos. Tampoco debemos dejarnos engañar por los demás, ni cuando nos halagan, ni cuando intentan hundirnos. Uno tiene que saber lo que le interesa en cada momento ser y lo que puede hacer sin miedos a prejuicios y opiniones. Mucho más importante que llevarse bien con los demás,  es llevarse bien con uno mismo.

Tiempos diferentes de un partido que es la vida, prórrogas incluso de días, como los viejos de la diálisis, que siempre hay que aprovechar, para lo que se pueda, también para una sonrisa.



viernes, 7 de octubre de 2016

Otoño macerando

Alguien cercano a mí me dijo ayer que en este blog había engañado con uno de mis últimos post  titulado "otro otoño". Había engañado porque había copiado la entrada que hace un año había dedicado también a esta estación.  Si es cierto, según se mire puede que tenga razón, porque así fue: es el mismo comentario del año pasado.  Es uno de los tres o cuatro  repetidos dentro de los cerca de trescientos originales que llevo colgados. Nos has engañado, me decía, porque, aparte de copiar,  no se puede escribir hablando de un otoño lo mismo que se dijo el año anterior porque cada uno es diferente. 

Así es (me quedo con ganas de decir su nombre,  pero sé que prefiere que lo tenga callado) cada  otoño, cada año, cada vida, cada día; hasta cada instante puede ser diferente. Diferente y a la vez igual. Hay otoños lluviosos  y secos, más o menos fríos… cada uno visto climatológicamente es distinto.  Pero sobre todo es  diferente para las personas encaramadas a lomos de esta estación del año, porque las circunstancias mandan siempre y  cambian a menudo, incluso sin que uno lo pretenda. Sin embargo, al menos para mí, también tienen mucho los otoños de iguales.  Otoños de melancolía, de nostalgia, de días grises,  de fin de ciclo en muchos aspectos de la vida  y de comienzo de otro año. Otoños de mi niñez con el viento arañando  las esquinas  en las penumbras de la tarde,  mientras los niños y las viejas íbamos al rosario. Otoños de adolescencia, de comienzos de curso en un rígido y duro internado,  ráfagas de pensamientos que mientras pienso se van cruzando. Otoños y más otoños acumulados por el tiempo que han quedado muy grabados.

Cuando pienso en el otoño así sin más, me pongo un poco triste pero es como si me alegrara en esa tristeza, como si me sintiera más a gusto que en ninguno, en ese estado. Prefiero la tristeza tranquila del otoño a la alegría desmadrada que pueda venir del verano, los días de octubre grises y menguados a los soberbios y soleados de mayo, las tardes otoñales amarillas a los ocasos de magma en  el estío, prefiero pasar frío por no saber que poner a tener como en invierno, que ir siempre abrigado.  Mejor, en fin estar  por fuera un poco triste, pero por dentro  alegre y sosegado,

Otoño de contrastes
La verdad es que solo pensaba hablar del otoño en mi primer párrafo y cambiar de tercio, pero ya veo que me he enrollado. Aunque ahora que lo pienso esto me puede servir para pedir disculpas a esas personas que me acusan de haber copiado. Miro por la ventana: hojas secas y verdes, nubes y claros,  monte y asfalto… Un otoño macerando.  Como dicen en mi pueblo, cada estación tiene su aquel, su encanto;  todo es cuestión de saber buscarlo.




lunes, 3 de octubre de 2016

Una piña


El lenguaraz Revilla, Presidente del  Gobierno de Cantabria, ese que le gusta tanto aparecer por todas las televisiones en vez de dedicarse a gobernar su autonomía,  el que entre julio de 2015 y  julio de 2016 ha aumentado la deuda de su región en 200 millones de euros, el mismo que en anteriores mandatos a su cargo,  se dedicó a despilfarrar para dejar pufos y facturas sin pagar, pero que no obstante va pontificando de ejemplaridad y saberlo todo; ha soltado una vez más la lengua a pastar para decir que el sábado por la noche le había llamado el dimisionario Pedro Sánchez y le había dicho que se presentaría a las primarias para nuevo Secretario General del PSOE.  Además aseguraba que era lo lógico y que estaba seguro que lo iba  a hacer.

Este señor a mí me inspira tanta confianza  como el burro de Laurentino, pero como se suele decir lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.  Si el  que ha abierto el PSOE en canal, en dos pedazos, que va sacando en sucesivas elecciones cada vez menos escaños, de derrota en derrota.  El que han echado de su partido a gorrazos  por manipulador y mentiroso, el que presume también  de muy honesto pero no se privó de  beneficios hipotecarios por pertenecer a la Asamblea de Caja Madrid (unos 60 euros menos al mes)… Ese,  con estos antecedentes se le pasase solo por la cabeza la idea de volverse a presentar,  por supuesto  sería para hacérselo mirar.

Javier Fernández, 
Se reúne el Comité Federal el sábado, un orden del día con el que más de la mitad de los asistentes no está de acuerdo, navajazos e insultos a troche y moche, se vota una propuesta del todavía Secretario General y sale trasquilado, presenta su dimisión. Continúan para intentar nombrar una gestora que intente gobernar y restañar un poco el partido. Puede que sea lo único bueno que ha salido de esa tensa y larga reunión: el nombramiento de Javier Fernández, actual Presidente de Asturias, como Presidente de la Gestora. Parece una persona buena y competente.  Las primeras impresiones difieren bastante de la verborrea y sectarismo  de personajillos como Sánchez, Luena, Oscar López…  A ver si lo aprovechan.

Pero me temo que sigue yendo el cántaro a la fuente a pesar de que hoy  muchos se flagelaban y proponían mucho arrepentimiento. Hablan como si ellos no hubieran estado en esa reunión de hace dos días. Dice, por ejemplo, García Page, Presidente de  Castilla la Mancha: que no nos provoquen los demás partidos que los socialistas en los momentos difíciles somos una piña.  Lo dice a menos de 48 horas del espectáculo que dieron y  no se da cuenta que esas palabras lo único que pueden producir ahora es pena o risa. Nuria Parlón aspirante a liderar el PS Catalán ya habla de la posibilidad de romper la disciplina de voto. ¡Una piña, oiga!

Lo malo de todo esto es  que para que funcione una democracia con un sistema de partidos es necesario que los haya fuertes, competentes y comprometidos con el país.  Partidos  que defiendan los intereses de todos y cada uno de los españoles de igual a igual estén donde estén, que luchen  por la justicia y la dignidad de todos. Por eso  un partido socialista que empuje  para que funcionen todos los engranajes, porque lo triste es que  si el PSOE  se hunde el  que le podría sustituir, en el momento actual, son los que comulgan con las dictaduras Chavista e Iraní que  lo único que podrían  traer  es miseria sectarismo y caos que es lo que están haciendo los de Podemos y sus adláteres en los ayuntamientos que gobiernan.