La palabra cínico viene del griego kynos que significa perro. Los Cínicos eran los pertenecientes a un movimiento filosófico que surgió en Grecia ya en el siglo III antes de Cristo, después pasó al imperio romano, a sus principales ciudades como Roma o Alejandría. Su nombre se decantó porque sus comportamientos se asemejaban a los de los canes: desaliñados, usaban barba, pasaban de casi todo, despreciaban el dinero, no tenían sentido de la vergüenza y el pudor. Ente ellos destacaron: Antistenes. Diógenes, Menedemo..
|
Diógenes, dicen que vivía en un tonel. Imagen de ABC |
El diccionario de la RAE, sin embargo, define cínico: persona que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas.
Hay cínicos por todas partes; pero no porque practiquen la filosofía de aquella escuela, sino teniendo en cuenta lo que dice el diccionario.
Cínico a lo grande, es Pedro Sánchez por su falsedad y desvergüenza para para decir una cosa y la contraria, muchas veces, como ejemplo, lo que decía antes y después de las elecciones respecto a pactos y compromisos con Iglesias e independentistas.
Cínico a más no poder, es el otro del abrazo, Pablo Iglesias, que en su día repudiaba de la bandera, la nación... hasta de la guardia civil y ahora pretende decir que lo abraza todo con tal de ser Vicepresidente.
Cínico para dar y tomar, es el Bono que ahora está por todas partes haciendo propaganda de su nuevo libro de chismes de la política. Un paisano que va acusando a todo el que no sea de su partido pero que por más que se lo pidan no dice de donde y como se ha enriquecido a lo grande.
Cínica es la "madre abadesa" Susana Díaz que asegura que "Pepe y Manolo", no se llevaron a su casa un euro de los 680 millones que dilapidaron y a continuación argumenta en la Sexta, textual: "en política además de ser uno honrado hay que evitar que los demás se lo lleven". Con esos nombres y ese compadreo que se traen entre ellos, me temo que ella tampoco está muy lejos en esos tejemanejes.
Cínico y con cara de cemento es el ministro Ábalos, porque hace falta ser así para poder decir que el PSOE no tiene nada que ver con lo de los ERE, cuando, por citar la mayor: dos condenados fueron presidentes del partido.
Cínica, para concordar con su compañero de Galapagar, Irene Montero, que va predicando su preocupación por la clase obrera mientras tenía a su escolta haciendo funciones de criada para todo: recados, comida para los perros y para ellos, acudir antes del horario para calentar el coche...
Cínico a diario el Ferreras, que desde la Sexta dice hacer solo periodismo cuando lo que hace es solo sectarismo, llevando a su "corte" solo a los "asesores" que favorezcan lo que quiere, incluso con desmanes, como los de Martín Pallín o Pérez Royo que llegó a decir que si fuera uno de los acusados se querellaría contra los jueces de los ERE. Una cosa es chochear pero...
Cínico Aznar, que ahora va de nada de pactar con independentistas pero fue él quien transfirió las competencias de educación y sanidad.
Cínico, aunque lo disimule, el Page de Castilla la Mancha que se bambolea bastante bien en la cuerda para intentar no enfadar a su jefe no vaya a ser que le corten alguna bicoca.
Cínico, por lo mismo que el anterior, el de Extremadura, señor Vara. Para este la culpa de que Sánchez pacte con pseudoetarras la tiene el PP.
Los acabo de contar, van diez muy cínicos. Pondría muchos más porque me salen a paladas, pero por hoy que sean suficientes. Lo malo es que estos que he apuntado, nos cuestan mucho a todos los españoles por sus incompetencias y desmanes. ¡Ojala fueran como aquellos filósofos de la escuela cínica, que pasaban de todo!