miércoles, 20 de marzo de 2013

Otra primavera

Hoy comienza otra primavera.  El aspecto de esta mañana de marzo parece que lo tiene claro. Es una mañana soleada con un calorcillo especial y un olor ya primaveral.  Esta vez, aunque no suele ocurrir, la primavera oficial quiere coincidir con la primavera real.  Quitamos las telas gruesas del invierno que envolvían nuestro corazón  y nuestro ser para dar paso  a colores más frescos y vivos, abrimos las ventanas de nuestro espíritu de par en par y dejamos que nos inunden sus fuerzas y fragancias.
Quiero que como las margaritas que nacen como setas de un día para otro al llegar la primavera, las ilusiones y alegrías también inunden nuestro ser. Quiero que se alejen los fríos de la desesperanza y el temor.
Quiero que como los pajarillos que antes andaban ateridos, tristes y ahora andan alegres con sus danzarines trinos, los letargos de pesadez del cuerpo y del alma den paso a movimientos rítmicos a ideas nuevas.  Quiero que se vayan las notas trasnochadas, los pensamientos inútiles que pesan en nuestro caminar.
Quiero que como el arroyo que antes bajaba con aguas turbias y ahora baja con aguas cristalinas, dejar todo el moho de ideas inútiles para que fluya con claridad el río nuestra vida.  No quiero que el fango de lo negativo  e inútil enturbie el cauce de nuestros días.
Quiero que como las lluvias frescas que en esta estación tanto el campo aprovecha, poder y saber sacar provecho de todo lo bueno que me pueda empapar si me dejo. No quiero que la buena lluvia se vaya por el desagüe de la vida sin fructificar el suelo de nuestra parcela.
Quiero en fin que igual que toda  la naturaleza  en primavera, parece embriagarse de tallos verdes de savia nueva, también sangre renovada e ilusiones nuevas, lleguen al  campo de nuestra  existencia. Quiero que cuando llegue el verano y  tú te vayas pueda decir que mereció la pena.


1 comentario:

  1. A ver si nos resulta tan buena como dices esta primavera.

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