martes, 14 de mayo de 2013

Atrapado

A caballo de un planeta,
que no sé quién llamó Tierra, 
prisionero de su espacio, 
voy dando vueltas con ella.

Siempre vueltas y más vueltas.
Nunca toca descansar.
Con sus medidas de tiempo, 
que no perdonan jamás.

Atrapado por sus fuerzas, 
que a ella firme me sujetan,
marchar quisiera a otros mundos,
pero ellas no me dejan.

Rebuscando en esos cielos,
 encontraría un mundo nuevo,
lleno de paz y de amor. 
Un mundo para el sosiego.

Pero sus fuerzas no cesan 
y no me dejan salir.
Aquí seguir deambulando
y al final aquí morir.

Más ¡Hay! Que me temo yo, 
que ni aun de muerto ya,
 sus tempestades  y fuerzas, 
me van a dejar en paz.

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