jueves, 10 de septiembre de 2015

Consejos vendo

Hoy García Trapiello en su columna en el Diario de León, Cornada de lobo, habla del refranero, esas sentencias, esos dichos tradicionales que en su mayoría encierran tanta sabiduría. En el Quijote, como apunta, aparecen  muchos de estos. Sancho, dice Trapiello, endilga ocurrencias y sentencias a D. Quijote como si fuera  un gran twittero de aquellos tiempos. Refranes para casi todas las ocasiones, también para esta. Hoy me vienen a la memoria unos pocos: Del dicho al hecho hay un gran trecho. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Consejos vendo que para mí no tengo.

Cuando el mundo se sigue empeñando en seguir con sus fronteras, con sus egoísmos, con sus guerras; los problemas, que ya de por si acucian a la condición humana, se agravan y surge con más fuerza la desgracia, el desarraigo, el  hambre, la miseria, los refugiados. Ante esa avalancha humana que viene  en busca de supervivencia  de Siria, Irak… Europa porque lo cree justo o necesario o ambas cosas, quiere dar asilo a 120.000, después de hacer sus cálculos según diversos parámetros  a España le corresponderían 14931.  El gobierno ha dicho que acepta los que le han asignado y pondrá los medios para afrontar el problema.

Pero  cualquier ocasión debe ser buena para algunos con tal de poder demostrar lo buenos que ellos son y lo torcidos y egoístas que son los demás, empezando por el ejecutivo. Así que los primeros que han dicho: venga refugiados, han sido los ayuntamientos gobernados por toda esta tropa de Podemos, Ganemos, Compromís y demás adláteres. Eso sí: a renglón seguido han pedido dinero, venga dinero, más dinero,  a Montoro. Con el dinero de los demás, mejor dicho con el dinero de todos, cualquiera  es generoso.  Si a título público quieren hacer algo que por lo menos sea con el dinero que maneja su corporación y si no que se callen y dejen que el que paga lleve la iniciativa,  que estarían mucho más guapos.

Huyen de la muerte, solo quieren vivir
(El Confidencial, imagen)
Están llegando a los medios algunos nombres de personas dispuestos a recoger en su casa a refugiados. Creo que para solucionar problemas tan graves es necesario acudir a actos extraordinarios, como estos. No se puede pretender quedar con los brazos cruzados y que todo lo haga papá estado. Por encima de las naciones, de las leyes, están las personas.

No es coherente tener tropecientos pisos como el que se autodenomina Gran Wyoming  y criticar miseria y desahucios.  No, no está bien mirar para otro lado.
Que es verdad, que no es lo mismo predicar que dar trigo… Si esos tiradores con pólvora ajena  quieren demostrar personalmente algo, ya saben,  que se dejen de mandangas y que den como muchos lo están haciendo, algo de lo que, a fe cierta, a más de uno les sobra. Consejos vendo que para mí no tengo.


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