No cabe una tonto más, dice Alfonso Rojo

"En este país no cabe un tonto más".  La primera vez que oí la frase ya  fue hace años en boca de Alfonso Rojo, director de Periodista Digital. Es que es verdad, en esta España nuestra aparecen por doquier personajes que pareciera sacados de la novela de John Kennedy, La Conjura de los necios. Embaucadores y  trileros  que llegaron a tener una cierta posición política, económica, cultural o social por esas cosas raras que pasan en la vida y que nos van "sorprendiendo"  con sus gilipolleces  cada día. Esto pareciera que fuera una enfermedad contagiosa por los muchos casos que aparecen.

Sería injusto si no pusiera en los primeros puestos del tontómetro a este director de cine.

Se declara antiespañol pero recoge 30.000 del ala -de los españoles-

El sábado pasado dan a Fernando Trueba el Premio Nacional de Cinematografía dotado con 30.000 euros.  El director de alguna película regular y muchas más bastante malas, sale a recogerlo  y suelta su barrabasada: "Nunca me he sentido español ni cinco minutos, siempre estoy a favor de los que están en contra España, hubiera preferido que la guerra de la Independencia la hubieran ganado los franceses". Las frasecitas del galardonado menos muestra de agradecimiento,  como se ve,  son cualquier cosa.  Un señor que le dan un checazo con el dinero de todos los españoles y que reconoce que aborrece a este país, que lleva recibiendo más de cuatro millones de euros en subvenciones para sus películas de  todos nosotros y nos lo agradece de esta forma.  Ahora hay quien dice que lo devuelva. ¡A buenas horas!

Del señor Mas he hablado en este blog multitud de veces, nunca para alagarle, pero no me resigno a pasarlo hoy por alto si hablamos de "tontos".  Le han dicho desde las más altas instancias:  Juncker, Merkel, Cameron… que si se independizan salen fuera de la UE. Además no es que lo digan es  que el Tratado de Lisboa del año 2004 lo dejó claro: "Cuando una parte del territorio de un Estado deja  de formar parte de ese Estado,  por ejemplo, se convierte en un Estado independiente, los tratados de la Unión Europea dejarán de aplicarse a ese Estado". Algo que cualquier persona puede ver como lógico y elemental, pero al mequetrefe este le da igual lo que digan, según él, ellos seguirían dentro de la UE.  Me sigo preguntando cómo puede ser que este tío siga ahí después de haber jurado o prometido la Constitución al acceder al  cargo, haciendo daño a la  columna vertebral del país y que no haya ley  que se lo lleve por delante.

El señor Monedero es otro de mis "tontos" favoritos.  Se llevó más de 425.000 euros del gobierno venezolano  de Chávez   por un "Estudio"  para crear la moneda única Bolivariana en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua. Crea una empresa para defraudar a hacienda en el pago de los impuestos de esa "minuta", al descubrirse el chanchullo hace una paralela para que no le empuren y va presumiendo de cumplidor.  Pues este mismo, estos días ha comentado que la condena al opositor  Leopoldo López a 13 años de cárcel es justa porque  "alentó una especie de Kale borroca en Venezuela y sembró el caos".  Cuando todos sabemos lo que ocurría y ocurre en Venezuela con Chávez  y ahora Maduro, resulta que hay "genios" como este que parece que no se enteran. A  lo mejor es que no se quieren enterar para que no se descubra el lío que se traen y seguir chupando de la cabra.    

  

También el señor Iglesias y su exnovia Tania. Motivos, son tantos: hoy el primero sale vacilando como un indio quien sabe si para hacerse el gracioso o para tapar su inanidad. La Tania de Vacía Madrid dando millones a dedo a su hermano, hasta a Ana Rosa le  pareció mentirosa cuando decía en su programa que ellos no tienen medios de comunicación que les apoyen. Motivos les sobran para estar en la lista a la alcaldesa de Barcelona señora Colau, a Rita Maestre, al actor Wili Toledo, también al candidato a la Generalitat Iceta  del PSC que sale bailando, el otro, maroto, el de la moto. Hay para dar y tomar. Ya pero resulta que siempre se confunden  y ejercen su tonterías  en provecho propio. ¡Joder con los tontos!