Nunca he entendido bien la expresión una muerte digna, o mejor no
comprendo el significado que se quiere dar a dicha frase. Una persona está en el hospital, en la uvi
rodeado de cables por todas partes, sin perspectivas de salir de allí y
enseguida hay quien dice que hay que quitarle los aparatos y dejarle morir
dignamente. Derecho a morir dignamente
(DMD) es una asociación española que
promueve el derecho de la persona a disponer libremente de su cuerpo y vida y a elegir el momento y medios para
finalizarla y a defender el derecho de los terminales a morir pacíficamente y
sin sufrimiento si éste es su deseo.
Se comprende que un enfermo terminal con más o
menos dolores quiera morir y creo que
hay que, dentro de unos límites y formas, respetar ese sentimiento. Lo que nunca me ha parecido bien es que cuando se facilita la muerte porque uno lo quiere se hable de tener una muerte digna, como si la del otro que sigue hasta el final
sufriendo y aguantando, no fuera tan digna. Sin entrar a cuál de las dos pueden
ser más o menos respetables porque las dos lo son, allá cada cual; creo que es tan digna la
manera de irse de uno como la del otro.
Pienso que la muerte, salvo raras
excepciones, como puede ser el que muere poniendo una bomba, el que se quita la
vida de mala manera; siempre es digna. Tan digna la del que se acuesta por la
noche y aparece muerto por la mañana,
como la del que pueda pasar por un largo suplicio por carencias o las más diversas
circunstancias. ¿Acaso es más digna la
muerte de un niño de un país adelantado que muere sin sufrimiento en el
hospital, que la de otro que muere tras
largo padecimiento por hambre y enfermedad en un país de miseria? ¿Es que el que
sobrevive decrépito y desahuciado es
menos digno?
La dignidad creo que no depende
de en qué circunstancias se muere sino de más
bien de cómo se afronta la muerte. Entonces, ¿qué significa eso de una
muerte digna? Tal vez lo que se quiera decir es una buena muerte, una muerte en
las mejores condiciones posibles para el
que parte de este mundo. Es que claro, hablar de una buena muerte puede
resultar contradictorio porque la muerte no es nada bueno, nadie la quiere. En
un diccionario tan extenso como el de la
lengua española debe o debería haber alguna palabra para la ocasión y que no
diera lugar a la confusión.
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