Soy el mejor

Le preguntaron al Secretario General  del PSOE en un programa de radio de la COPE si Cataluña era una nación. Este muy ampuloso respondió: nación es una palabra polisémica, es decir que admite varios significados. Me recordó la otra frase para la historia de Zapatero cuando dijo que nación es un concepto discutible y discutido.  Por lo visto son o se hacen los tontos ya  que hay  que aclararles a cuál de los significados  nos estamos refiriendo. Una persona normal en el contexto que se movía  se daría cuenta enseguida que le estaban preguntando por nación como una organización política común con un territorio y un  gobierno.    Esto les debe pasar por ser tan cultos o porque los  polisémicos son ellos que siempre buscan el significado que más les conviene.

En el programa de la Cuatro TV, Un tiempo nuevo, cascó el señor Sánchez: "los que están próximos a jubilarse, están  más preocupados  por las pensiones de sus hijos y de sus nietos que por las de ellos mismos". Y se quedó tan ancho y los que le entrevistaban no le dijeron que estaba desbarrando ni nada parecido. Yo crecía que esos a los que aludía estarían preocupados, además de por su pensión,  por el trabajo de sus hijos, por la educación o la salud de sus nietos pero vamos por la jubilación de sus hijos y sobre todo por la de sus nietos, va a ser que no. Las exageraciones y tonterías por quedar bien deberían tener un límite porque cuando se pasa lo que se hace es el ridículo.

imagen de -El Plural.com-

Hace unos días, al mismo del que hablaba antes, en no sé qué tele, le escucho: Ciudadanos debería decir con quien va a pactar después de las elecciones  ya que no estaría bien que pactara con el PP cuando le podrían votar  personas  pensando que pactaría con el PSOE.  No se la frase de qué tiene más si de estulticia,  ignorancia o falta  respeto hacia los votantes y los demás partidos, porque además estos podrían decir lo mismo de él.   Lo que está claro es  que desbarra otra vez.

Yo lo  comprendo:  cuando se pretende ir por la vida siendo el más  guapo en todo y el mejor; a fuerza de repetirlo  hasta uno mismo se lo puede llegar a creer y a partir de ahí ya subirse al pódium de la excelencia y mirar a los demás por debajo del hombro, puede convertirse en algo habitual sin darse cuenta que está delatándose en su ineptitud, ignorancia y malas formas.

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