Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de
Medicina en 1906 por sus estudios sobre la conexión de las neuronas, decía: "Lo peor no es cometer un error, sino tratar de
justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra
ligereza o ignorancia". Nadie es perfecto, el fallo es algo innato a la condición
humana. La única manera segura de no cometer errores sería no hacer nada, lo
cual ya sería de antemano un gran error, tal vez el mayor. Siempre se ha dicho que
de los errores se aprende mucho. En algún lugar leí que habría que vivir dos
veces; la primera como ensayo, para no cometer tantos tropezones la segunda y
definitiva.
Entrevista de Blanco a Sánchez en TVE |
Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, en
la entrevista que le hizo este lunes Ana
Blanco en TVE1 soltó: "Hay muchos jóvenes
que probablemente lo desconozcan, pero
hasta hace poco tiempo no había divorcio. Fue Felipe González quien lo aprobó". Lo cual no es cierto porque fue en 1981 siendo Presidente del Gobierno
Leopoldo Calvo Sotelo, cuando se promulgó dicha ley. Trataba de exponer el hombre
cosas que había hecho su partido y no se
le ocurre otra que precisamente la que no hizo, lo cual sin duda para el cargo que ostenta no
deja de ser un fuerte patinazo.
Al día siguiente el señor Sánchez,
lejos de reconocer su error, trataba de justificarlo con ocurrencias como
decir que cuando se hizo la citada ley el solo tenía 8 años. A un Secretario General lo menos que se le puede
pedir es que sepa algo tan elemental como las leyes que gobernando su partido han salido adelante. Imagínate si a uno que le preguntan en un examen por la Guerra
de la Independencia, se le ocurre decir que no sabe nada porque le faltaban
siglos para nacer.
Para hacer más el ridículo vienen después los peloteros de turno de su entorno y dicen
que como la ley del divorcio se aprobó
en 1981, siendo Fernández Ordóñez, ministro de Justicia y este señor se pasó
luego a las filas de PSOE por eso la tal confusión. Y algo que no tenía por qué
pasar de ser una anécdota, nos deja muy
claro a donde puede llegar el
comportamiento de personas que no son capaces de reconocer sus fallos y sobre
todo aprender de ellos. Ya lo dijo Confucio: El hombre que ha cometido un error
y no lo corrige, comete otro error mayor.
Acaba de decir Rajoy que haber mandado aquel correo a Barcenas donde le decía: "Luis sé fuerte", había sido un gran error. Pues menos mal, pero en este caso el error más que el correo es haberle tenido de tesorero y no controlar todos los atracos y desmanes que había a su alrededor.
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