En el 62
Congreso de la Asociación Española de Pediatría celebrado este fin de semana en
Sevilla, los pediatras pusieron de manifiesto que no es aconsejable llevar a
los niños a la guardería antes de cumplir los dos años. Ir pronto al jardín de
infancia, aumenta un 131% el riesgo de padecer neumonía, un 69% los
procesos catarrales y bronquitis, un 64%
más de otitis. A partir de los dos años dicen que los niños tienen más
capacidad para tolerar esos trastornos y más defensas para afrontarlos. Todo
ello basado en una experiencia de 1000 niños que acuden o no a las guarderías.
Como
tantas otras veces y en otros tantos temas y ocasiones, yo no creo que sea necesario ningún estudio
para llegar a esa conclusión. Hay quien dice que en las guarderías se
socializan y aprenden a convivir, otros sin embargo aseguran que hasta una
cierta edad apenas hay trabajo en equipo y que de alguna forma cada uno se lo
monta a su manera. De todas formas en
todos estos trabajos e informes echo de menos la "opinión" de los niños que creo que debería ser lo más
importante a tener en cuenta. ¡Ah!, ¿Pero
es que los niños de unos meses
tienen opinión? Se preguntará alguno. Pues sí que la tienen y muy clara si se quiere entender.
Vivo al
lado de una de esas escuelas infantiles. A las 7:30 cuando voy para el trabajo hay madres y padres que ya llevan allí a sus
pequeños. Hay que ver las caras que se les quedan a algunos de estos niños al
dejarlos, hay que oír los llantos. También desde mi ventana puedo ver en su
patio a cualquier hora a más de uno llorando, es cierto que estos
son la excepción; son lloros que no cesan, desgarradores, caras
desencajadas, miradas perdidas, desconsolados, llamando a veces a sus padres,
como pidiendo compasión. Servidor también llevó a su hijo a esa guardería y
viví de cerca esa experiencia: esa cara de sentirse abandonado, esos llantos
impotentes, claro que al final acaban parece como aceptándolo, a ver qué
remedio. Hay buenas chicas y competentes en el centro, probablemente es que además de toda esa retahíla de
enfermedades que tienen a mayores, tan
pequeñines echan en falta el "calor" del hogar.
Por eso los países adelantados a lo que tienden es a dar mayor número de días de permiso por maternidad-paternidad. Suecia,
que es la que más, llega a los 480 que se pueden repartir entre los dos progenitores. Aún a riesgo de que me llamen retrógrado, que no es cosa que me preocupe; he dicho más de una vez que el nivel de bienestar de una nación no se mide, aunque
haya quien así lo afirme, por el número de guarderías y centros de mayores que
tiene. Sin duda que tanto los unos como los otros son buenos y necesarios pero
como siempre en la justa medida, para
hacer uso de ellos cuando las circunstancias así lo exigen o aconsejan. Nadie
pretende que se deje el trabajo para
cuidar al bebé o al anciano, pero está
claro que ellos mientras pueden prefieren estar en su casa con los suyos, así
que unos buenos centros, bien dotados donde puedan estar lo mejor posible, tiene
que haberlos, pero no para "abusar" de
ellos.
Foto de la revista -Ser Padres- |
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