Los niveles de contaminación en Madrid son realmente muy preocupantes Imagen ABC |
En
los últimos días en las estaciones de la red de
medición de gases de Madrid los niveles de dióxido de nitrógeno han
superado los 200 microgramos por metro cúbico, por ello al Ayuntamiento ha puesto en marcha una medida que consiste en
reducir la velocidad máxima de los
coches de 90 a 70 km por hora en la M-30 y vías de acceso. Ayer a las
seis de la mañana entró en vigor la citada norma, lo que al parecer ha servido para producir monumentales atascos,
y por consiguiente aumentar el consumo de combustible y de contaminación.
No
sé estos lumbreras del Ayuntamiento con Carmena a la cabeza, de donde han
sacado esa teoría según la cual circulando a menos velocidad se consume y
contamina menos, porque no tiene que ser necesariamente así, depende: la
velocidad ideal de un coche y en la que menos consume para hacer un recorrido,
es aquella en que teniendo metida la marcha más larga posible va acelerado con
las mínimas revoluciones necesarias para que el vehículo no pegue tirones y
mantenga una velocidad estable sin necesidad de activar el acelerador. Si vamos de León a Madrid a
nadie se le ocurre pensar que yendo a 50 gastaremos menos gasolina que si vamos
a100. Para ir a 50 en un coche de 6 velocidades tendremos que ir en tercera
como mucho en cuarta. Con las mismas revoluciones si vamos a 100 y metemos la sexta marcha, gastaríamos lo mismo por hora pero cómo tardaríamos
la mitad en llegar, es fácil deducir que si vamos a 50 gastamos el doble más.
Pues
lo misma pasa cuando cambiamos como hizo Carmena de 90 a 70. Porque ir a 70 por
la M-30, ya sea un coche de seis o cinco velocidades, implica ir en una
velocidad más corta aunque se vaya a las mismas revoluciones ello quiere decir
el mismo gasto por hora, pero más tiempo
para recorrer el camino, o sea que al final más consumo. Solamente en el caso
de que el trayecto estuviera sembrado de semáforos o paradas podría compensar a
efectos de consumo ir más despacio, porque los acelerones
harían gastar más para llegar en cada
arranque a dicha velocidad, pero eso no hace falta que lo diga Carmena,
cada conductor induce estos casos la
velocidad ideal. Si se ve un semáforo a 200 metros a una persona normal no se
le ocurre llegar a meter la marcha más larga para llegar antes.
Que
todas estas cosas tan elementales no estén en la cabeza de la Alcaldesa se
comprende, pero que no se dé cuenta todo
un equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, ya es para pensar algo raro. Si
de verdad quieren quitar la contaminación que producen los vehículos a motor lo
único que tienen que hacer es que circulen menos: propiciando el transporte público
o imponiendo, en el sentido que sea, alguna prohibición para circular. Todo lo
demás es marear la perdiz.
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