Cuando la razón no vale...

Cuentan que había una vez un loco  que  apareció dando voces por el pueblo, mientras enseñaba una gran  navaja decía que al que le llevara la contraria le rajaba de arriba abajo. El cura, ya anciano, estaba dando su paseo matinal, cuando se le acercó el loco y le pregunto: 

— ¿Usted cree en Dios?

—El párroco bastante acojonado y balbuceando inquirió al chalado: — ¿Y usted?

—Yo no creo. —Contestó el loco.

— Pues yo tampoco, y además no se lo aconsejo a nadie. — Sentenció el cura.

Matanza en Bataclan -Periodista digital-

La noche del viernes pasado siete terrorista atacaron distintos puntos de la capital francesa con disparos y bombas suicidas. El ataque ha sido reivindicado por el Estado Islámico. Ya van 139 muertos y casi doscientos heridos, muchos de ellos muy graves. Me he quedado pensando en la historia que he leído de David. Es un chileno  de 24 años que vive en Francia y que estaba la noche de los atentados en Bataclan. Según cuenta su madre, los terroristas le pusieron una metralleta AK 47 en la cabeza y le preguntaron si  creía en Dios y David dijo que sí. Le preguntaron si era francés y él dijo que era chileno. David aseguró al noticiero chileno 24 Horas que no le mataron porque no tuvieron tiempo, ya que llegó la policía pero está seguro que su intención era aniquilarle.

Es inconcebible que en nombre de ninguna religión haya gente dispuesta a matar, y no solamente eso,  es que además es gente dispuesta a suicidarse (aunque ellos digan a inmolarse, ofrecerse en sacrificio). Es muy difícil, cuando uno defiende la vida como el bien más preciado, luchar contra el que asume su muerte matando como el mayor acto de amor a su dios y a su religión. Además  matando a inocentes solo por el hecho, en este caso, de ser franceses y cristianos. Aseguran  que su religión dice que hay que acabar con el infiel. No creo que ninguna religión pueda mandar eso, y si lo manda de religión tiene  poco. Si bien es cierto que una gran mayoría de islamistas manifiestan que la doctrina del Corán no dice eso. Todas, las demás religiones: cristiana, budista, judía, hinduista  hablan del amor o cuando menos del respeto a las demás creencias.

Pero ahora viene el gran problema: cómo actuar contra gente con esos principios.   ¿Es lícita una guerra con todas las consecuencias, actos bilaterales e inocentes que también la  sufrirían? ¿Es la única manera de defenderse de esa irracionalidad o se puede apelar a modos menos dañinos? Como siempre hay opiniones para todos los gustos, pero algo habrá que hacer. Para eso tenemos a nuestros políticos, a nuestro gobierno que además debe tener datos y estudios para tomar en cada momento la decisión más adecuada. Contra el fanatismo de esa gente, lo que es seguro que no vale es quedarse quieto. A un loco se le puede dar en un determinado momento la razón para salir del paso, como hizo el cura, contra estos extremistas intolerantes la razón no vale, hay que poner los medios necesarios para que nos hagan el menor daño posible. 

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Seriedad, eficacia.